¡Para entender el mundo, leamos novelas de espías!

 

Recientemente se ha desencadenado una intensa producción de novelas, películas y series de televisión, de espías.

Reflejo de la globalización y de los muy complicados escenarios políticos que estamos viviendo, narran hechos y sucesos posibles  basados en acontecimientos actuales. Recientemente el influyente periodista saudí Yamal Khashoggi que habría sido asesinado en el consulado de su país en Estambul; varias semanas estuvo desaparecido el jefe de la Interpol Meng Hongwei tras viajar a China; un oficial de inteligencia chino fue extraditado de Bélgica a los Estados Unidos, donde fue acusado de espionaje económico por tratar de apropiarse de secretos comerciales de compañías de aviación estadounidenses; y casi todas las semanas hay noticias sobre el asesinato en Londres del espía ruso Sergei Skrypal y las actividades del servicio de inteligencia ruso, Spetsnaz o GRU para influir las votaciones el algunos países.

Así, desde la ficción de la creación literaria, cinematográfica o televisiva, se convierten en instrumentos para reflexionar y promueven la disquisición intelectual desde diferentes perspectivas.  Es tratar de entender lo que está sucediendo desde la perspectiva del momento, desde diferentes puntos de vista y bajo diferentes concepciones o manifestaciones, como puede ser la literatura, el cine y la televisión, que como nunca antes, interactúan entre arte y realidad.

El mundo de los espías es fascinante.  Desde la palabra “espía”, que lleva implícitas las palabras “secretos”, “misterios” y «suspenso» (per se “Género Negro”).

Las novelas de espías se nutren de los complicados escenarios políticos y reflejan como ningún otro medio, el uso de los recursos ofrecidos por la tecnología.  Desde las prácticas, igualmente efectivas de las primeras novelas de por ejemplo John le Carré, hasta la utilización de los más sofisticados sistemas dado el vertiginoso desarrollo de la tecnología.

En el campo del lenguaje, es muy interesante el vocabulario del espionaje. La palabra inglesa «Tradecraft«, hace referencia a las técnicas, métodos y tecnologías usadas. A las disciplinas relativas a la captura de inteligencia «HUMNIT». Dead drops son las ingeniosas formas de pasar la información;  encryption, incluye la criptografía, los mensajes cifrados y los códigos; handlers y assets,  para diferenciar los tipos de agentes según su función; eavesdropping, son las variadas formas de escuchar e intervenir las comunicaciones; y un muy interesante etcétera.

Según las diversas actividades de los servicios secretos y de inteligencia, de contrainteligencia y/o contraespionaje de los países, el espía se transforma en un “agente doble”, un “mole”, o “topo”, el agente infiltrado que pretende actuar como espía para un país cuando, en realidad trabaja para otro.

I am a spy, a sleeper, a spook, a man of two faces. Perhaps not surprisingly, I am also a man of two minds.*

Los ingleses se adjudican la invención de la novela de espías. En ocasión de la aparición de la última novela de John Le Carre, A Legacy of Spies, la revista inglesa “The Economist” publicó un artículo titulado “Spies like us. To understand Britain read it’s spy novels” 1.  Según el artículo, la novela de espías es la ficción inglesa por excelencia desde que Rudyard Kipling escribió en su novela Kim (1901)un pormenorizado análisis sobre el “Great Game” y Joseph Conrad narró un acto terrorista en The Secret Agent (1907). Con Somerset Maugham3 y Graham Greene4 se consolidó el género y los grandes Ian Fleming y John le Carré crearon a dos de los más famosos “spooks”: James Bond y George Smiley.

Novelas de espías reseñadas en este blog, por orden de publicación:

§ Notas.

*2015. Viet Thanh Nguyen. Vietnam. 1971. The Sympathizer: A Novel

1 La columna “Bagehot” publicada en la revista inglesa “The Economist”, correspondiente al 9 de septiembre de 2017, se titula “Spies like us. To understand Britain read it’s spy novels” (https://www.economist.com/news/britain/21728650-nature-establishment-agonies-decline-complicated-tug-patriotism-spy).  Según este artículo, los mejores escritores de novelas de espías son los ingleses, porque usan el género para explorar qué es lo que hace a “Britain British”, su obsesión por el “establishment”, el  secreto y el”, la agonía por el declive del imperio, el impulso patriótico, la existencia de instituciones secretas, usan frecuentemente un lenguaje privado, tejen duplicidades en política, y ésta está bifurcada entre un gobierno eficiente que opera tras bambalinas y un gobierno que se presenta con gran dignidad. El “establishment” inglés es una maquinaria perfecta para producir secretos mientras produce personas inconformes y desadaptadas que medran en secreto. Conformistas que hacen todo siguiendo las reglas e inconformes que rompen todas las reglas, pero son tolerados porque son parte del sistema. El primer tipo es típico del Foreign Office, el segundo del MI6.

Wikipedia: “Historians consider that the Great Game ended on 10 September 1895 with the signing of the Pamir Boundary Commission protocols, when the border between Afghanistan and the Russian empire was defined. The 1901 novel Kim by Rudyard Kipling made the term popular and introduced the new implication of great power rivalry.”

3Somerset Maugham, Inglaterra 1874-1965.  Wikipedia:  ““Ashenden: Or the British Agent” is a 1928 collection of loosely linked stories by W. Somerset Maugham. It is partly based on the author’s experience as a member of British Intelligence in Europe during the First World War.”

4Graham Greene, Inglaterra 1904-1991.  Wikipedia: “…such as ““The Confidential Agent, The Quiet American, Our Man in Havana, The Human Factor”, and his screenplay for The Third Man, also show Greene’s avid interest in the workings and intrigues of international politics and espionage.