The secret world is exactly the same as the real world, but, as Koestler said of the Jews, more so. John le Carré
John Le Carré (seudónimo de David John Moore Cornwell. Poole, Dorset, Reino Unido, 1931-2020)the Dead (1961) es el gran escritor de novelas de espías. Durante sesenta años, hasta su fallecimiento a los 89 años el 12 de diciembre de 2020, escribió una treintena de novelas de espías. Once de ellas tienen como protagonista al que también ya es el gran espía inglés de la ficción: George Smiley.
Le Carré es un gran narrador que usa la lengua inglesa como un instrumento para dar mayor complejidad a sus tramas, de por si complejas porque, se tejen en el mundo de secrecía de los espías, porque suceden durante la etapa de la Guerra Fría que dividió y ha enfrentado al mundo entre dos bloques (Occidente y Oriental), desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. Además, no es fácil escribir una reseña de sus novelas sin revelar demasiado porque Le Carré va más allá de lo acontecido, maquinando las confabulaciones políticas que pudieron haber sucedido.
George Smiley
John Le Carré es el creador de George Smiley. Las novelas de Smiley son: Call for the Dead (1961). A Murder of Quality (1962). The Spy Who Came in from the Cold (1963). The Looking Glass War (1965). Tinker Tailor Soldier Spy (1974). The Honourable Schoolboy (1977). Smiley’s People (1979).The Russia House (1989). The Secret Pilgrim (1990). The Night Manager (1993). A Legacy of Spies (2017).
En la ficción de Le Carré, George Smiley es un estudioso de la literatura alemana del siglo XVII, y su personalidad anodina contrasta con el glamur del otro famoso espía inglés, James Bond.
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Call for the Dead
John Le Carré escribió la biografía de su George Smiley en la introducción de la edición de 1992 a su primera novela, Call for the Dead (1961).
En esta introducción el autor cuenta que su personaje Smiley fue profesor de letras germanas y empleado del MI5. “Short, fat, and of a quiet disposition, he appeared to spend a lot of money on really bad clothes, which hung about his squat frame like skin on a shrunken toad». Smiley estudió sin destacarse en Oxford College y soñó en dedicarse la literatura alemana del siglo XVII. Se inicia en el Servicio Secreto inglés cuando en 1928 es contratado por “Overseas Committee for Academic Research, an organization of which he had unaccountably never heard”. Ansiaba tener la posibilidad de poder trabajar completamente solo; realizó su entrenamiento en casas de campo y con instructores anónimos. En su primer puesto operativo llega a Alemania con un nombramiento de dos años como docente en una universidad. Durante la terrible noche de invierno de 1937 fue testigo de los cientos de estudiantes eufóricos arrojando libros a una gran hoguera en el patio de la universidad. “He knew whose books they were: Thomas Mann, Heine, Lessing and a host of others. And Smiley, his damp hand cupped round the end of his cigarette, watching and hating, triumphed that he knew his enemy”. Durante la guerra estuvo en Suecia y al finalizar se retiró a Oxford para dedicarse a la literatura alemana. Contrajo matrimonio con Ann Sercomb. La amenaza rusa hace que Smiley sea llamado nuevamente a Servicio, en este momento a las órdenes de Matson, el asesor del Ministro de Inteligencia.
En Call of the Dead Smiley vive en Londres. Su trabajo es supervisar a los “informantes”. Uno de ellos es Samuel Fennan quien aparentemente se suicida después de su entrevista con Smiley. “Well, I don’t believe Fennan committed suicide—I think he was murdered. I couldn’t say that on the telephone.” Maston took off his spectacles and looked at Smiley in blank astonishment. “Murdered? Why?”
Smiley empezó a sospechar por una llamada telefónica y por la asistencia a una función de teatro. Junto con otro miembro del Servicio Secreto y un policía, Smiley va descubriendo un complot con nexos con una compañía de Alemania del Este. Con Smiley vamos conociendo las estrategias y los riesgos del espía, que en este caso llevan a Smiley a ser gravemente herido y a renunciar.
Legacy of Spies fue publicada en 2017; es la última novela con George Smiley.
Esta novela de espías es al mismo tiempo una precuela y una secuela de The Spy Who Came in from the Cold publicada en 1963, que narra las acciones de la operación Windfall. En esencia, trata de la nueva generación de espías que cuestionan las actividades de sus predecesores durante la Guerra Fría cuando, por una operación de hacía casi sesenta años, “The Circus”, the Secret Intellingence Service, está siendo demandado.
El narrador es Peter Guillam, colega de George Smiley quien ya está retirado y vive en Francia. Es llamado a Londres para ser interrogado por Bunny, Service’s chief lawyer y Laura, sobre las acciones que dieron origen a la operación Windfall y las secuelas que ocasionó.
El interrogatorio a Peter Guillam aclara los sucesos de la operación Windfall del servicio secreto inglés contra la “Stasi”, el Serivicio de inteligencia de Alemania del Este durante los años de la Guerra Fría, entre 1959 y principios de la década de los sesenta. Casi seis décadas después, el servicio secreto inglés está siendo demandado por las muertes que resultaron como consecuencia de esa operación. Los interrogadores quieren saber «¿Dónde salió mal la operación?» «¿Quién lo dirigió?» y «¿Cómo se estructuró?» Bajo presión, Guillam responde tan «sinceramente» como le permitían sus recuerdos. Ni ellos, ni nosotros los lectores, sabemos si Smiley todavía está vivo.
En la operación Windfall habían fallecido el agente secreto británico Alec Leamas y su novia Elizabeth o Liz. Christoph Leamas, el hijo de Alec y Karen Gold, la hija de Elizabeth o Liz estaban demandado al servicio secreto inglés, a Peter Guillam y a George Smiley, por la muerte de sus respectivos padres. “They are seeking full disclosure, punitive damages and a public apology that will name names”.
En el interrogatorio Peter Guillam reflexiona sobre los años de secrecía, las muertes que ahora se suponen innecesarios de los «Joes», el término que usan para referirse a los agentes. Se mencionan los altibajos de las hazañas de George Smiley y se plantea el papel del espía actual. “George Smiley. The best operator we ever had. The conscience of the Circus. Its Hamlet, as some called him, perhaps not entirely fairly. What a man. All the same, you don’t think that in the case of Operation Windfall,’ he goes on…”
Con “Legacy”, los amantes de las novelas de espías llenamos muchos huecos que podríamos tener sobre este mundo oscuro y secreto y una muy grata nueva lectura con George Smiley desde su última aparición en “The Secret Pilgrim” (1990).
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Fuera de la serie con George Smiley, la última novela de John Le Carre, es Silverview, publicada póstumamente en 2021.
En Silverview el genio del escritor ya consagrado, elabora una trama un poco menos compleja pero sí mucho más «juguetona» que sus novelas anteriores. Me imagino a un Le Carré divertido, como burlándose de sí mismo, escribiendo su última novela con menos embrollos y utilizando un humor muy peculiar para volver a meternos en ese mundo ultrasecreto, de disimulo y de gran ingenio, el mundo del espía, de sus “handlers”, y de los altos funcionarios del servicio secreto inglés.
Parece que todos los personajes de esta novela son espías menos Julian Lawndsley, quien a los treinta y tres años, decidió abandonar su trabajo en la “City” e instalarse y abrir una librería en un pequeño pueblo a la orilla del mar en la región de East Anglia, en el sudeste de Inglaterrra. Cuando “…the egregious person of Mr Edward Avon”, llega a la recién abierta librería, Julian le pregunta “Are you a writer yourself? An artist? A journalist? An academic’.‘Let us say I am a British mongrel, retired, a former academic of no merit and one of life’s odd-job men”.
En las siguientes visitas Edward Avon le da una lista con los títulos de libros clásicos que en su opinión debía ofrecer en su librería, ‘Not just the great novelists, who are obvious. But philosophers, free-thinkers, founders of great movements, even those we may abhor”. …If a man knows his Sebald, is an academic of some sort, loves books and has time on his hands…»
Avon le sugiere que nombre a su librería “Republic of Literature” y le pide una computadora para poder realizar el seguimiento de los libros. “And by the next evening Edward had his computer, the Republic had its separate address.”
Avon vive en una gran mansión, Silverview, con su esposa muy enferma (a quién sabremos que The Service le había construido un bunker en esa casa), con su hija y su nieto («black»), y poseen una magnífica colección de “Chaynese blue-and-white porcelain”.
Pero antes de lo anterior, la joven con una carriola había llegado a una «Service safe house», en Londres y entregado a Stewart Proctor una carta de su madre. Proctor lee la carta y le dice que sí a todo.
“..Proctor the Doctor, for Christ’s sake. Head of Domestic Security. Witchfinder-in-Chief.” La investigación que irá realizando Proctor sobre las actividades del espía de muchos nombres, va revelando las jerarquías, las responsabilidades, los niveles de autorización de seguridad, las actividades y los «tejemanejes» de los servicios secretos. De la mano de la trama vamos conociendo a los “Field Agents”, “Agent Handling in the Field”, “the Station’s Head Agent”, “the Field Agent married to one of the Service’s most prized performers”, “the Service’s star Middle Eastern analyst”, the recruiters, the tradecraft”.
Y también los pormenores de una misión en Bosnia. ‘Bosnia! Let’s pray there’ll never be another, we used to say. Fat lot of good praying did. Six tiny nations squabbling over Big Daddy Tito’s Will. All fighting for God, all wanting to be top dog, and nobody to like. Everyone in the right as usual and everyone fighting wars their grandfathers had fought two hundred years ago and lost.’
“…‘Apart from providing Edward Avon with a sanctuary, a computer and a cover story, did you ever do him any special favours – run any errands for him – that in retrospect you might wonder about – in the larger context, as it were?”.
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Antes de dedicarse de tiempo completo a la escritura, Le Carré trabajó en los servicios de inteligencia inglés ( Security Service (MI5) y el Secret Intelligence Service (MI6)).
Muchas de sus novelas se han llevado con gran éxito al cine y a la televisión.
John Le Carré (seudónimo de David John Moore) Cornwell. Poole, Dorset, Reino Unido, 1931-2020.
John le Carré, Call for the Dead: A George Smiley Novel (George Smiley Novels Book 1) Penguin Publishing Group. 157 págs. Edición de Kindle.
John Le Carré. Legacy of Spies. USA: Penguin Group (USA) LLC. 2017. 275 págs. Kindle Edition.
John le Carré. Silverview. Penguin Publishing Group. 2021. 215 págs. Edición de Kindle.
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La revista inglesa “The Economist” en su edición de septiembre de 2017, publicó un artículo titulado “Spies like us. To understand Britain read it’s spy novels” en ocasión de la aparición de esta última novela de John Le Carre, A Legacy of Spies. (https://www.economist.com/news/britain/21728650-nature-establishment-agonies-decline-complicated-tug-patriotism-spy),
El artículo afirma que para entender a Inglaterra, hay que leer sus novelas de espías, que pocos países han estado tan dominados por una sola industria, como Inglaterra en la producción de ficciones de espías. Y que la novela de espías fue inventada por los ingleses: el gran Rudyard Kipling escribió un pormenorizado análisis sobre el “Great Game” en su novela Kim; The Secret Agent (1907) de Joseph Conrad; la serie de aventuras de John Buchan. Con Somerset Maugham y Graham Greene se consolida el género. Ian Fleming y John le Carré crearon a los los más famosos “spooks”: James Bond y George Smiley. Últimamente, Charles Cumming con Thomas Kell.
Según este artículo, al ser la novela de espías, la ficción inglesa por excelencia, los mejores escritores de novelas de espías son los ingleses, porque usan el género para explorar qué es lo que hace a “Britain British”, entre otras cosas, la obsesión por el secreto, la naturaleza del “establishment”, la agonía por el declive del imperio, el impulso patriótico, la existencia de instituciones secretas, usan frecuentemente un lenguaje privado, tejen duplicidades en política, y ésta está bifurcada entre un gobierno eficiente que opera tras bambalinas y un gobierno que se presenta con gran dignidad. El “establishment” inglés es una maquinaria perfecta para producir secretos mientras produce personas inconformes y desadaptadas que medran en secreto. Conformistas que hacen todo siguiendo las reglas e inconformes que rompen todas las reglas, pero son tolerados porque son parte del sistema. El primer tipo es típico del Foreign Office, el segundo del MI6.
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