Novela de ajedrez (1941), la última y más famosa novela de Stefan Zweig (Austria-Hungría, 1881-1942), en menos de cien páginas, va presentando el deterioro mental del Dr. B, su denigración física y moral, en el contexto de transformaciones históricas de gran trascendencia, y del ajedrez.
En 1941, en un barco de pasajeros que hacía la ruta Nueva York – Argentina, coincidieron el narrador (Stefan Sweig); el campeón internacional de ajedrez Mirko Czentovič; un abogado vienés, el Dr. B; y McConnor, un ingeniero escocés que había hecho una fortuna con el petróleo en California.
McConnor le paga a Mirko los 250 dólares que cobraba por jugar cada partida; pierde la primera y durante la segunda, se acerca el Dr. B y ante la sorpresa de los que seguían las jugadas, hace algunas observaciones que hacen que la partida termine tablas. El narrador convence al Dr. B de que acepte jugar con Mirko, el señor McConnor pagaría el precio. El Dr. B gana la primera partida, y pierde la segunda.
El Dr. B era un prestigiado abogado vienés que fue apresado por la Gestapo cuando los nazis invadieron Austria. Estuvo confinado en una austera habitación de hotel y mantenido en el más completo aislamiento; durante meses sólo vio al centinela que le llevaba la charola con la comida, a los guardias que lo trasladaban y a los dos oficiales de la Gestapo que infamemente lo interrogaban. Entre el aislamiento y los interrogatorios pensaba que se estaba volviendo loco. El azar le dio la oportunidad de sustraer de un abrigo un manual de ajedrez con 150 jugadas, mismas que leyó hasta aprenderlas de memoria. Se ingenió para que las migas del pan que podía esconder fueran las piezas, y la colcha de su cama el tablero. Después empezó a reproducir las jugadas en su cabeza. Luego forzó a su cerebro para que albergara dos contrincantes, uno que jugaba con blancas, otro con las negras, logrando desasociarlos en su mente para que no supiera uno, las intenciones del otro. Hasta que sufrió una crisis nerviosa, fue internado en un hospital y al ser dado de alta se exilió.
La novela transmite un mundo exterior e interior que se fue deteriorando hasta lo imposible, hasta el suicidio. Sweig, extraordinario narrador, narra acuciosamente el proceso del desarrollo de la neurosis obsesiva que, en este caso, tuvo como detonador las infames prácticas de interrogatorio nazis que motivaron al personaje a refugiarse en el mundo de su mente, como dos jugadores de ajedrez.
No hay nada simple en Novela de ajedrez, todo se puede ir desdoblando en sus significados. Como el ajedrez.
“…limitado en el espacio, geométricamente fijo y a la vez ilimitado en sus combinaciones…; …una matemática que nada soluciona; un arte sin obras, una arquitectura sin sustancia, y, no obstante, evidentemente más duradero en su existencias y en todos los libros y obras de arte; el único juego propio de todos los pueblos y tiempos…”
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Stefan Sweig perteneció a esa generación especial que nacieron y crecieron en la portentosa Viena del “fin-de-siecle”, que vivieron la Primera Guerra, la desintegración del Imperio Austro-Húngaro, el nacimiento del movimiento nacional-socialista, el triunfo del nazismo y del antisemitismo, la Segunda Guerra. Y el exilio. Su Novela de ajedrez fue publicada en alemán en 1942 primero en Argentina y luego en Estocolmo, porque sus libros estaban prohibidos por el nazismo. Stefan Sweig y su esposa se suicidaron en la ciudad brasileña de Petrópolis en 1942.
Entre las personalidades de esta generación están Sigmund Freud, 1856-1939; Ludwig Wittgenstein, 1889-1951; Gustav Klimt, 1861-1918; Oskar Kokoschka, 1886-2980; Gustav Mahler, 1860-1911; Arnold Schönberg, 1874-1951.
Stefan Zweig (Austria-Hungría, 1881 – Brasil, 1942).
Stefan Zweig. Novela de ajedrez. España: Acantilado. 94 págs. 2013.
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