Reseña escrita por Susana Porte-Petit.
Ciudad de México, marzo de 2020.
El libro es El murmullo de las abejas (2015), de Sofía Segovia. (México, 1965). Es una escritora mexicana que me gusta mucho. El relato me vino a la cabeza por un video que está circulando de los muertos en la calle en China, que no sé si sea cierto, pero mandó mi mente a esta historia.
El contexto es en México en la época de la Revolución, en un poblado cercano a la “gran ciudad”. El relato cuenta lo que veía pasar la hija del gran terrateniente de la región.
Son tiempos de guerra y los niños que viven en la hacienda, rodeados de la gente del servicio (no por mucho tiempo), son los que traen las noticias de lo que sucede afuera. Las cosas están muy feas: hambre, muertos, escasez y todas esas cosas que pasan en las guerras, ¡¡¡¡hasta milagros!!!! y para acabarla de amolar ¡¡¡¡EPIDEMIA!!!! No se sabe bien de qué.
La gente no se está muriendo nada más a balazos y por hambre, algo más está pasando. La gente empieza a enfermar y no lo pueden controlar. En el pueblo la higiene es pésima, las viviendas se reducen a un cuarto por familia. Ahí es donde viven y también mueren y, como dios lo manda, también ahí se velan, ya no hay espacio. Las autoridades toman cartas en el asunto: una carreta pasará, en horario fijo, a recoger cadáveres para llevarlos a la fosa del pueblo y enterrarlos. Ahora la gente tendrá que estar pendiente, si no saca a tiempo a su muerto ¡¡¡¡se queda con él hasta nuevo aviso!!!!
Llega la enfermedad a la casa de una mujer de la Revolución, sola y con mil hijos. Al mayor de ellos le entra la enfermedad, las hierbas ya no le bajan la calentura. La madre, por no dejar pasar el horario de la carreta y para salvar a toda la prole, pues que saca al hijo, dando por hecho que antes de que pase la carreta éste ya murió. Y así lo hace, lo saca temblando del calenturón. El servicio de la carreta fúnebre es muy eficiente y lo levanta… Ya en la fosa del panteón, el servicio ya no es tan rápido, la flojera de enterrar es mayor, y mientras los enterradores se deciden a hacer lo suyo, el joven mejora y se les escapa… Cuando la gente del pueblo lo ve regresar no lo pueden creer, por supuesto esto es obra de Dios, él había muerto y ahora estaba de regreso…
A partir de entonces el joven fue asociado con el Santo o el Milagro, relacionado con virtudes divinas y por supuesto no volvió a pasar hambre ni penas…
Aguas con los que creen que están contagiados de coronavirus, no vaya a ser que los saquen a la calle…
Sofía Segovia. Monterrey, México, 1965.
Sofía Segovia. El murmullo de las abejas. México: Penguin Random House Grupo Editorial. 2015. 496 págs.
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