Kosuke Kindaichi

Kosuke Kindaichi es un gran personaje, nos atrapa, nos seduce, es un joven detective privado a quien nada se le escapa en la resolución del enigma, sensible para leer la psicología de los involucrados en el crimen, y con una gran cultura japonesa y occidental, en especial de la literatura del género policiaco.

El creador del detective privado Kosuke Kindaichi fue Seishi Yokomizo (Japón 1902-1981), nos ofrece un panorama de la vida en los ambientes rurales y aristocráticos del Japón de la década de los treinta y cuarenta del siglo XX, especialmente de los años posteriores a la derrota. El autor, a través de su detective, transmite las tradiciones y las costumbres, y el orgullo y la honorabilidad del ser japonés gracias a los cuales Japón pudo sobreponerse y levantarse, literalmente, de las cenizas.  Al respecto, Yokomizo, en su ensayo “Ficción detectivesca y guerra” (1946) escribió que los japoneses habían llegado a la desastrosa situación que vivían, por que no habían leído suficiente literatura de misterio, que de haberlo hecho, podrían haber observado y explorado la situación con más profundidad.  Durante la primera mitad del siglo XX, y  hasta y la bomba atómica en 1945, Japón siempre estuvo en guerra: 1894, contra China; 1904, contra Rusia; 1937, contra China; 1941 ataque a la base Pearl Harbor de los Estados Unidos. Con la derrota, Japón fue ocupado por primera vez en su historia por una potencia extranjera.

El género negro es y ha sido muy popular en Japón y Seishi Yokomizo uno de los autores más famosos de la era Shōwa, la era del reinado del emperador Hiroito, de 1926 a 1989. Sus obras se convirtieron en el modelo de la escritura japonesa de misterio de posguerra y muchos de sus libros han sido llevados al cine. La serie con Kosuke Kindaichi consta de 77 casos. Sus casos han sido llevados al cine, a la televisión e influido en los contenidos de las mangas y videojuegos.

Esta entrada contiene:

§El caso de los asesinatos Honjin. Y los relatos: §El caso del gato negro y §¿Por qué rechinó la polea del pozo?

§El clan Inugami.

§Notas.

El caso de los asesinatos Honjin (El caso del koto encantado)

Publicado en entregas en 1946

“El veintisiete de noviembre, un día después del horrible asesinato en la mansión Ichiyanagui, un joven se bajó de la línea Hakubi en la estación de Kiyo y se dirigió a Kawa tranquilamente.  Tenía unos veinticinco años y era de complexión débil; llevaba un kimono con un haori (tipo de chaqueta) y un hakama (pantalón largo y ancho, con pliegues) de rayas.  Pero su ropa estaba arrugada, calzaba unos getas (sandalias altas de madera) desgastados, los dedos asomaban a través de calcetines azul marino y su sombrero estaba deformado. En general tenía un aspecto descuidado y desaliñado. Tenía la piel muy blanca, pero no había nada más destacable en sus facciones.” 

Imagen tomada de: https://alchetron.com/Kosuke-Kindaichi

En el mes de noviembre de 1937 los recién casados Kenzo Ichiyanagi y Katsubo Kubo son asesinados con una catana la noche de su matrimonio en la casa de invitados del honjin (anteriormente albergue para samuráis), la mansión de la ilustre familia Ichiyanagi. Había huellas e indicios del asesino, pero las dos puertas de la casa estaban cerradas por dentro. 

La casa tenía una puerta principal y una puerta trasera (shōji) para acceder al washitsu (la habitación de la casa) espacio dividido con fusumas (puertas corredizas), con suelo cubierto de tatamis (esteras).

En la habitación había un shōji (bimobo) dorado, sobre el tokonoma

estaba un koto (el instrumento nacional de Japón de 13 o 17 cuerdas de seda encerada y de diferente tamaño) y la caja de púas (el koto se toca con púas puestas sobre los dedos pulgar, índice y corazón de la mano derecha).

Ambas puertas estaban cerradas por dentro.  Afuera de la casa había una farola de piedra, una catana (sable de hoja curvada usado por los samuráis) clavada en la tierra, un montón de hojas secas y un alcanforero.

Kosuke Kindaichi es el narrador. Había llegado a la mansión de los Ichiyanagi, en la prefectura de Okayama, “huyendo de la Segunda Guerra Mundial” para investigar el asesinato de lo que él llama un misterio de “habitación cerrada”, “un asesinato acompañado por los acordes de un koto en una habitación cerrada pintada de rojo”.  Toda las personas del clan parecían sospechosos, todos ocultaban algo, estaban a la defensiva, desconfiaban los unos de los otros.

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El caso del gato negro

En 1947, en un barrio de Tokio, Niccho, aprendiz de bonzo (monje budista) del templo Rengue-in, avisó a la policía que había encontrado el cadáver de una mujer en la parte detrás del templo, después del cementerio y del bosque, que lindaban con el Bar Gato Negro.

Los dueños del Bar Gato Negro eran la mujer Shigueko Itoshima, Oshige; y su esposo Daigo Itoshima. Oshige tenía un amante, Shunroku Kazama, amigo de Kosuke Kindaichi.  Daigo también tenía una amante, Ayuko Kuwano.

¿Quién era la mujer asesinada? ¿Dónde estaban los dueños del Bar Gato Negro? En este caso Kosuke Kindaichi se enfrenta a un gato negro, a un segundo homicidio, a identidades y personas suplantadas y dobles vidas, a repatriados después de la guerra y a un macabro plan en un Tokio que vivía los cambios provocados por la derrota.

Al final de este caso Kosuke le escribe a “Y”: “Un día me dijiste que la verdad debía permanecer oculta hasta el final; que si los lectores la descubrían antes, sería un fracaso del autor”.

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¿Por qué rechinó la polea del pozo?

En este caso no participa Kosuke Kindaichi.

Sucede en 1946, en el Bosque de Shinoda, cerca de la ciudad de Izumi, prefectura de Osaka. La trama se va presentando a través de las cartas que cruzan dos hermanos, Tsuruyo Honiden, la hija adolescente de Daizaburo y su hermano mayor Shinkichi, internado en una clínica.

Daisuke, Shinkichi y Tsuruyo eran los hijos de Daizaburo Honiden, ya difunto. Daizaburo Honiden tenía otro hijo, ilegítimo, de nombre Goichi Akisuki.   Daisuke y Goichi se parecían mucho, pero Gochi había heredado una peculiaridad del padre, la policoria, esto es tener doble pupila.  Los dos habían ido a la guerra, Daisuke regresó ciego.

La esposa de Daisuke, Rie Hoiden es asesinada recién había regresado su esposo de la guerra en el Sudeste Asiático, ciego.  Luego es encontrado el cadáver de Daisuke en un pozo. Hay un biombo con la marca de una mano ensangrentada, una catana de la familia que desaparece del tokonoma del salón de la casa, la “ema” del sacrificio (tablilla de madera donde se escribían deseos) es encontrada bajo el tatami de la abuela y luego, la muerte de la sirvienta Osugi.

Seishi Yokomizo.  Asesinato en el Honjin y otros relatos. Madrid: Quaterni. 2017. 318 págs.

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El clan Inugami

“…el orgullo y el sentido de responsabilidad estaba arraigado en todos los japoneses…

El clan Inugami parece ser la novela más famosa de Seishi Yokomizo y de la cual se han realizado películas, series y mangas.  Saga familiar y novela policíaca, imposible de resumir, que atrapa desde el principio. Publicada en entregas a principios de la década de los 50, es la sexta de la serie con Kindaichi.

La novela empieza en la primavera de “194_”, con la muerte natural de Sahei Inugami a los ochenta y un años en su mansión a orillas del lago Nasu, en la región de Shinshu. Continúa en noviembre de ese año con la lectura de su testamento, cuyas resoluciones nadie esperaba y que provocaron conflictos, acontecimientos sangrientos y que los miembros de la familia fueran cayendo uno tras otro.

Cuando a finales de octubre Kosuke Kindaichi llega a Nasu, una ciudad que dependía totalmente del destino del clan Inugami, gracias a “su extraordinaria capacidad de razonamiento y deducción”, supo que tenía que empezar con la historia del difunto Sahei, el “Rey de la Seda en Japón”, un hombre “hecho a sí mismo que pasó de mendigo a millonario”.

La casa del clan Inugami comprendía varias áreas separadas para cada una de las tres hijas de Sahei, pues eran hijas de diferentes concubinas; las hijas vivían con sus respectivos esposos e hijos. En otra área vivía Tamayo Nonomiya, una joven que era la nieta de Daini y Haruyo Nonomiya, matrimonio que había sido muy cercano a Sahei; en la misma área de Tamayo vivía Mono, su amigo y guardaespaldas.

La lectura del testamento se había aplazado porque según las instrucciones de Sahei, todos los beneficiados debían estar presentes y Kiyo Inugami, el hijo de la hija mayor de nombre Matsuko, recién había llegado a Tokio después de su repatriación del sudeste asiático. Cuando por fin llega,  Kiyo aparece con una máscara blanca pues su cara había recibido una herida terrible.

«Yo, Sahei Inugami, declaro que estas son mis últimas voluntades y mi testamento. »Artículo uno. Lego las tres reliquias del clan Inugami —el hacha, la cíatara y el crisantemo— que significan el derecho a heredar todas mis propiedades y cualquier empresa controlada por mí, a…  El testamento de Sahei era mucho más largo, como un puzle que exploraba todas las combinaciones posibles de la muerte o supervivencia de las cinco personas mencionadas en el testamento: Tamayo, los tres primos Kiyo, Také y Tomo, y el hombre llamado Shizuma Aonuma».

¿Quién era Shizuma Aonuma, el hijo de Kikuno Aonuma?

«El hacha se refiere al yoki, el hacha pequeña usada para cortar leña; la cítara se refiere al koto, el instrumento musical de trece cuerdas; y el crisantemo es la flor kiku. Originariamente, eran los tres tesoros sagrados del santuario de Nasu. Como puede ver, cuando se juntan las palabras, yokikotokiku…»

 

Una larga historia familiar  marcada por la avaricia

Seishi Yokomizo. Japón, 1902 –1981.

Seishi Yokomizo. El clan Inugami. Madrid: La factoría de ideas. 2014. 316 págs.

§Notas

“ …después del paréntesis de la Segunda Guerra Mundial, en que ya dijimos se prohibió la ficción detectivesca, esta resurgió de sus cenizas con nuevo nombre, suiri shosetsu (ficción de razonamiento deductivo) y renovado brío” escribió Sergio Vera en uno de los cuatro artículos que escribió sobre la novela policiaca en Japón, en“Elemental”, el blog dedicado al género negro del periodico español “El País”. Además de Seishi Yokomizo, Sergio Vera destaca a Okamoto Keido (1872-1939),  Edogawa Rampo (18294-1965), y Seicho Matsumoto (1909-1992). Los títulos y vínculos de estos artículos son:

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La escritora uruguaya Ida Vitale escribió un espléndido artículo sobre Okamoto Keido (1872-1939) y la literatura japonesa, del dual reproduzco un párrafo:

Okamoto Kido en esos catorce enigmas ofrece un curso que seguimos absortos y sin esfuerzo sobre costumbres, psicología, cultura e incluso historia de ese imperio y de sus relaciones con Occidente. Aprendemos que un samurái, por serlo, no puede creer en fantasmas; que la época Edo es sorprendentemente larga (1603-1868); que Edo es el antiguo nombre de Tokio, sede del sogunato; que en el siglo XVIII tenía un millón de habitantes; las unidades de peso y de medida y las monedas; que un daymio es un gran feudatario; que sólo los hatamotos son recibidos a la presencia del sogún, que el incendio que en 1868 destruyó Kioto lo causó la lucha entre dos facciones rivales, al empezar la era Meiji y concluir el poder de los Tokugawa”.

Ida Vitale. Okamoto Kido: un investigador japonés en “Letras Libres”. 21 diciembre 2009.https://www.letraslibres.com/mexico-espana/okamoto-kido-un-investigador-japones

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Fernando Savater escribió un artículo sobre Rampo Edogawa. (18294-1965): ¡Sangre en los kimonos!. “El País”, 29 de diciembre 2014.  Savater afirma que este autor es el creador del detective más famoso de Japón, Kogorō Akechi. A partir de la segunda mitad del siglo XX el personaje se convirtió en un personaje célebre de la cultura pop. https://elpais.com/cultura/2014/12/29/actualidad/1419877806_453138.html

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Sobre Seicho Matsumoto (1909-1992), reproduzco un párrafo de su entrada en “Goodreads”.

Matsumoto’s works created a new tradition of Japanese crime fiction. Dispensing with formulaic plot devices such as puzzles, Matsumoto incorporated elements of human psychology and ordinary life into his crime fiction. In particular, his works often reflect a wider social context and postwar nihilism that expanded the scope and further darkened the atmosphere of the genre. His exposé of corruption among police officials as well as criminals was a new addition to the field. The subject of investigation was not just the crime but also the society in which the crime was committed”. Goodreads. https://www.goodreads.com/author/show/65341.Seich_Matsumoto

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“10 Best Japanese Crime Mystery Novels”. En “Kyuhosi”. https://www.kyuhoshi.com/2016/06/best-japanese-crime-mystery-novels/