Rachel Kupferstein y Jean Hamelot
Cuando los tenientes Rachel Kupferstein y Jean Hamelot, de la Policía Judicial del XIXe arrondissement, le preguntan a Ahmed Taroudant qué estaba haciendo la noche anterior, la noche en que asesinaron violentamente a Laura Vignola, su vecina del piso de arriba, él contesta
–“No mucho. Leí y me fui a la cama?” –“¿Qué estaba leyendo?” –“My Dark Places de James Ellroy…” –“…Un libro extraño, esconde tanto como lo que revela. Un libro para calmar las aguas después de la tormenta de White Jazz”
El “XIXe arrondissement”, es uno de los 20 distritos del París multicultural, en el cual conviven parisinos nativos y descendientes de diversas nacionalidades, razas y religiones. Este es el muy complejo y complicado contexto de la novela publicada originalmente en francés en 2012, Arab Jazz de Karim Miské, cuyo título hace referencia a uno de los grandes “hardboiled” escritores, James Ellroy.
Ahmed Taroudant, francés-árabe-musulmán, está pasando por un periodo de depresión y su única actividad es leer thrillers que compra por peso en la tienda de libros usados de Monsieur Paul y que se apilan en varias hileras cubriendo los muros de su casi desamueblado departamento. Ahmed piensa parar hasta que haya leído dos toneladas. Esperaba la visita de la policía desde que una gota que había caído en su terraza había manchado de rojo su djellaba, la túnica tradicional de los bereberes y árabes de Marruecos. Al alzar la vista había visto las piernas de su vecina Laura Vignola colgando de su terraza. Ahmed había tomado las llaves que ella le había dado para que cuidara de sus orquídeas cuando estaba de viaje y subió. Vio su cuerpo en la terraza, le habían destrozado la vagina, había sangre que luego sabremos que era de cerdo, el o los asesinos habían dejado un pedazo de cerdo y habían colocado las orquídeas cuidadosamente acomodados en el asiento del W.C. Casi al final del libro los policías Meyer, Benamer y Enkell se preguntarían que entendían lo del pedazo de puerco, pero ¿las orquídeas?
Laura Vignola era una joven azafata de Air France, hija de miembros destacados del grupo religioso “Testigos de Jehová”. Sus mejores amigas eran Rebecca Aboulafia, cuya madre y hermano Ruben pertenecían al grupo ortodoxo de judíos hasidis y Bintou Aïdarra y Aïcha Bentaleb, de familias musulmanas salafistas. Los hermanos de las tres amigas, Alpha, Mourad y Ruben, habían formado un grupo rapero local junto con Moktar Touré, un joven musulmán con trastornos mentales que recorría el barrio predicando.
Las investigaciones llevan a la teniente Rachel Kupferstein, parisina de ascendencia judía asquenazi pero atea y al teniente Jean Hamelot bretón de pasado comunista, a recorrer el barrio. Interrogan a la conserje del edificio, de origen portugués; se ven con las amigas musulmanas en la tienda de kebabs turcos; entran a la peluquería de Sam Aboulafia; hablan con el imán Abdelhaq Haqiqi y con el rabí Haïm Seror; caminan por el complejo escolar judío de Lubavitch, por el templo de oración Salafista, y las iglesias evangélicas del noreste de París. La yeshiva, la madrassa y el templo. El rabí, el imán y el pastor. Todo muy halal y kosher.
Para Mercator, el jefe de Rebecca y de Jean, el móvil del asesinato de Laura podrían ser los conflictos entre los sectores más extremos, ultra-ortodoxos, de los diferentes grupos religiosos del XIXe arrondissement. Pero hay una historia paralela, la de Vicenzo Vignola y su relación con “The Watchtower Society”, la sede internacional de la poderosa secta de “Los testigos de Jehová” en Brooklyn, con los gemelos Susan y James Barnes, hijos de uno de los líderes más importantes de la secta en Brooklyn, con la ingeniosa producción de “Godzwill” del joven ingeniero judío Dov Jakubowicz, quién a través del rabino Toledano de Brooklyn y el rabino Haïm Seror del XIXe arrondissement se ha comprometido con una joven judía parisina que no conoce. Historias que no tienen nada que ver con la religión.
Arab Jazz, es la extraordinaria narración de historias de la codicia que corrompe todo y se beneficia de los contextos más complicados de la época que nos tocó vivir. Y, como fondo el jazz, el cine y el homenaje a la novela policiaca con la tonelada de libros que Ahmed ha leído en sus cinco años de depresión.
Karim Miské Nacido en 1964 en Abidjan (Costa de Marfil) de padre mauritano y madre francesa.
Karim Miské. Arab Jazz. Londres: MacLehose Press. 2015. 297 págs.
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