Joyce Carol Oates (Lockport, New York, Estados Unidos, 1938) escribió esta asombrosa novela de 240 páginas, Jack of Spades, (2015) inspirada en el relato de tan solo dos páginas “The Imp of the Perverse(1850), del siempre maravilloso Edgar Allan Poe.

We stand upon the brink of a precipice. We peer into the abyss— we grow sick and dizzy. Our first impulse is to shrink from the danger. Unaccountably we remain.

Edgar Allen Poe, “The Imp of the Perverse”

Andrew J. Rush cuenta que “cinco meses, dos semanas y seis días antes”, recibió un sobre que le comunicaba que había sido demandado y que tenía que presentarse ante la Corte.

A sus cincuenta y cuatro años era un habitante famoso de Harbouton, en el Estado de New Jersey. Nunca había recibido ni una multa de tránsito, pagaba puntualmente sus impuestos y no le debía nada a nadie.  Sus veintiocho novelas de misterio y suspenso habían tenido mucho éxito (aunque no tanto como las de Stephen King, dice), no eran excesivamente negras, ni perturbadoras, nunca obscenas y sus víctimas casi siempre eran adultos blancos.

Andrew J. Rush tenía un secreto que nadie conocía, ni su esposa Irina, ni sus tres hijos, ni su agente. Unos años atrás, cuando ya era un escritor consolidado, empezó a escribir, con el seudónimo de “Jack of Spades” (cómo lo había hecho en algún momento Stephen King, añade), novelas muy negras, crudas, viscerales, “con un toque de macabro”.  Un día su hija le contó que había leído una novela muy desagradable de un autor que se hacía llamar “Jack of Spades”, que le pareció cruel y perversa, pero que la había terminado porque pensaba que ese autor debía conocerlo pues trataba de un adolescente que aventaba a su hermano menor desde una plataforma de clavados, ubicada en lo alto de un peñasco.

Andrew J. Rush se entera que había sido demandado por plagio.  Que la demandante era una mujer llamada Corin Wren Heider, de sesenta y tantos años, que vivía sola en una vieja mansión en uno de los más distinguidos vecindarios de Harbourton y que no era la primera vez que demandaba a algún escritor por plagio (entre ellos a Stephen King).  Al final del juicio contra él, y habiendo otra vez perdido, la mujer sufrió una fuerte crisis emocional en la sala del tribunal y fue trasladada a un hospital psiquiátrico.

Andrew J. Rush tiene curiosidad por la mujer y sabiendo que está internada, va a su casa, miente para que el cuidador le permita entrar. Andrew J. Rush nunca se imaginó lo que fue encontrando en la biblioteca de C.W. Heider.  Primero se asombra ante las invaluables primeras ediciones firmadas de muchos de sus autores favoritos. Sin razonarlo va metiendo algunas de ellas en un maletín.  El asombro se convirtió en estupefacción al encontrar una novela de setenta páginas que la mujer había publicado en 1999 con el título “Criss-Cross”, el nombre de la novela que él estaba escribiendo en ese momento. Y con otra novela que la mujer había publicado en 1974, “The Glowering” con una trama similar a la que años después publicara Stephen King con el título “The Shining”.

Since that night, Jack of Spades intruded into my thoughts persistently. For I had no other counsel. No blame. No blame. No blame. Shame! Unpredictably Jack of Spades spoke. At times his voice was thrilling, supportive. At other times, mocking.   

A partir de su intromisión a la casa de C.W. Haider, “Jacke of Spades” empieza a entrometerse en sus pensamientos, le dice cosas, le ordena, le aconseja. Irina se da cuenta de la confusión de su esposo, de que habla solo, que bebe alcohol, está irritable, está celoso.  “...Admit it, Andy. You are damned jealous. Jealous of Jack of Spades, and of the woman. And the Asian, what’s-his-name— HUANG LEE”.  Andrew está consciente que no debe, pero no puede dejar de ir nuevamente a casa de C.W. Haider, sabe que debió de huir cuando fue sorprendido y agredido con una hacha. Luego se dice a sí mismo que sólo se defendió; lo mismo dirá cuando asesinó por celos. Andrew J. Rush no puede escribir ya nada; pero “Jack of Spades” puede escribir toda la noche.  Andrew-Jack está seguro que nadie va a sospechar de él, pero tiene que contarlo, no puede dejar de contarlo.

“…So many years have passed, and Evan has been dead all these years while I have been alive. “I’m sorry, Evan. Whatever I did, or imagined doing, has been a shadow across my life.

Joyce Carol Oates. Lockport, New York, Estados Unidos. 1938.

Joyce Carol Oates. Jack of Spades. New York: The Mysterious Press. 2015. 240 págs. Kindle Edition.