Detective CHICA William Wisting

Cuarteto Wisting

Vinterstengt. Cerrado en invierno (2011)
Jakthundene. Perros de caza (2012)
Hulemannen. El hombre de las cavernas (2013)
Blindgang. Prueba de fuego (2015)

Jørn Lier Horst (Noruega, 1970) fue investigador jefe de la policía de la provincia de Vestfold en la parte este de Noruega antes de convertirse en uno de los más prolíficos y exitosos escritores de ficción noruegos. Su experiencia se manifiesta en las detalladas descripciones de los procedimientos policiales de sus thrillers. Se aprecia el exhaustivo análisis del trabajo policial de los integrantes de su equipo en cada una de las etapas de la investigación. Horst estructura sus tramas de tal manera que los hechos o sucesos se van engarzando o encadenando, provocando varias y diferentes reacciones que a su vez provocan hechos o sucesos. Y así hasta la resolución de los enigmas.

Su serie del comisario Wlliam Wisting comprende 18 libros publicados entre 2012 y 2024, ocho de ellos están traducidos del noruego al inglés. Con el título “Cuarteto Wisting” se han traducido al español Cerrado en invierno (2011), Perros de caza (2012), El usurpador (2013) y Prueba de fuego (2015). Jørn Lier Horst también es autor de dos series de libros para niños y jóvenes, La Agencia de detectives y la serie Clue.

La serie de televisión Wisting (2019 al presente) comprende cinco temporadas y 26 episodios.

Jørn Lier Horst y el también autor noruego Thomas Enger, son los coautores de la serie de cinco thrillers con el detective Alexander Blix y la periodista Emma Ramm. En esta serie los crímenes se investigan desde la perspectiva y método del policía y de la periodista.

Cuarteto Wisting

William Wisting es el Inspector en jefe del Departamento de Investigación Criminal de la Policía de la ciudad costera de Larvik, una pequeña ciudad al sudoeste de Oslo. Viudo, su esposa Ingrid había fallecido en África cuando participó en una misión de un organismo para la cooperación al desarrollo. Tiene dos hijos mayores. Line es reportera del diario VG.
Las investigaciones de los crímenes incluyen o integran a todos los que participan y todas las variables del proceso policial: interrogatorios, captura y digitalización de datos, resultado de las autopsias, de las evidencias recolectadas y analizadas por los técnicos criminalistas. En las reuniones se discutía la estrategia con los medios y las conferencias de prensa y la colaboración con la policía judicial, Kripos.

Se destaca la importancia del trabajo en equipo bajo la coordinación de la personalidad austera y experimentada de Wisting quien, desde su primer encuentro con una escena del crimen, la observaba como si fuera una obra de arte en la cual cada trazo, cada detalle, cada pincelada, desvelaban algo sobre el criminal.

Cerrado en invierno (2011)

Muchas de las cabañas de veraneo de la zona de Gusland habían sido robadas. Se sospechaba de una banda de ladrones de Europa del este que robaba artículos de lujo, utensilios domésticos, electrónicos, tapetes, para ser revendidos en los mercados de esos países. Wisting intervino cuando en una de las cabañas se encontró un hombre muerto con su cara cubierta con un pasamontaña. El dueño de la cabaña era Thomas Ronningen, un famoso comentarista de la televisión. Un hombre famoso que atraería la atención.

De regreso a la comisaría se habían impactado varios pájaros sobre el parabrisas del coche que manejaba. Luego un hombre se desplomó en medio de la carretera, Wisting bajó a socorrerlo, el hombre le dio un puñetazo, lo golpeó, le robó su coche y su teléfono celular.

Wisting congregó a su equipo. Los investigadores Nils Hammer, el más decano y experimentado, la talentosa Torunn Borg, y el novato, el joven. Benjamin Fjeld. Espen Mortensen, el joven técnico criminalista. Christine Thiis, la abogada policial.

Ocurrirán más asesinatos. Ya no solo buscaban a una banda de ladrones sino a traficantes de armas, drogas, prostitución. Las ganancias se blanqueaban en bares y propiedades.

Lograron identificar a un lituano, Darius Plater. Wisting viaja a Lituania porque piensa que si resuelve los robos, resolverá los asesinatos. Jørn Lier Horst deja una interesante descripción del mercado de cosas robadas en un barrio de Vilna. Wisting junto con la policía lituana descubren el grupo de ladrones “El cuarteto de Panerial».

Y en los alrededores de Larvick, los pájaros seguían cayendo muertos del cielo… parece que se habían envenenado…

Perros de caza (2012)

“–Hola, papá. ¿Te ha llamado alguien del periódico?
–Mañana hablarán de ti en el periódico –dijo Line e hizo una pausa antes de seguir–. Pero esta vez van a por ti. Es a ti a quien quieren coger”.

Cecilia Linde de veinte años había sido asesinada diecisiete años atrás. La habían secuestrado. Tardaron doce días en encontrar su cuerpo y su walkman. Cecilia tuvo tiempo de grabar una descripción de su secuestrador. Un testigo había visto al “hombre del cigarrilllo”. Wisting era un joven investigador.

El asesino de Cecilia había sido Rudolf Haglund. Cumplió su condena y salió en libertad. A través de su nuevo abogado Sigurd Henden, envió un requerimiento a la Comisión de Casos Criminales para revisar el caso. Se fundamentaba que se había manipulado el ADN. Que la colilla que encontraron con restos de ADN se había colocado después. Además, un nuevo testigo le proporcionaba a Haglund una coartada. Wisting es suspendido mientras se lleva a cabo la nueva investigación.

Wisting se retira a su casa. Había sustraído las cajas de los documentos, reportes, indicios, del caso de Cecilia Linde. Revisa, recuerda al agente Finn Haber quien había estado a cargo de las tres colillas, que solo en una de ellas se había encontrado el resto de ADN. Y que Frank Robekk era el detective que respondía a las llamadas de los informantes.

Por su parte la hija, Line Wisting como reportera del periódico investigaba el asesinato de Jonas Ravneberg. Line fue a su domicilio, un desconocido la golpeó. Line descubre que antes de haber sido asesinado, Jonas Ravneberg había hecho una llamada a un bufete de abogados. Wisting descubre que Jonas había prestado declaración en el caso de Cecilia. Ravneberg coleccionaba cochecitos. Wisting vio la foto de unos cochecitos cuando el reportero de un diario le había hecho una entrevista a Haglund.

Al mismo tiempo del asesinato de Cecilia Linde había desaparecido otra joven, Ellen Robekk, de dieciocho años de edad. Su tío era un policía, Frank Robeek. El caso lo había destruido. Y ahora, una nueva joven de nombre Linnea Kaupang también había desaparecido. A Wisting le corroía no participar en las investigaciones.

Cuando los investigadores se hacían su propia idea de cuál era la secuencia de los hechos a partir del análisis de las pruebas recogidas, “se convertían en perros de caza que corrían tras el rastro de la presa que habían olido”.

El hombre de las cavernas (2013)

Wisiting ya tiene treinta años en la policía. Se enfrenta a un asesino serial que asume. usurpa o roba identidades de hombres solos.

Viggo Hansen vivía a unas casas de la casa de Wisting. Lo encontraron sentado en un sillón frente a la televisión. Por la momificación del cuerpo presumieron que tenía cuatro meses muerto. Nadie lo había echado en falta. Lisa Wisting se propuso escribir su historia.

En la granja Halle encontraron otro cadáver que tenía también alrededor de cuatro meses de muerto. No tenía identificación. Traía consigo una foto de un barco de una secta sueca, “Elida”.

El equipo policial presenció la autopsia a través de una pantalla, ya no tenían que esperar los resultados. No tenían más que los dos cuerpos, sin datos. Parecía que Viggo Hansen no había dejado ninguna huella en el mundo exterior. Del otro desconocido encontraron seis cabellos, ropa y calzado fabricado en el extranjero y el folleto publicitario de la secta; en él encontraron unas huellas dactilares por las que identificaron al desconocido como Robert Godwin. Desde el año 1989 era buscado por el FBI, era el cuarto de una lista de los hombres más buscados en Estados Unidos. Seis asesinatos en primer cargo, secuestros y violaciones. El FBI tenía una lista con otras diecisiete potenciales víctimas.

“—Lo peor que podría pasar sería que el que hemos encontrado no sea Robert Godwin —opinó Hammer. —¿Por qué? —Hemos encontrado sus huellas dactilares —concluyó Hammer—. Si el muerto no es él, el Estrangulador Interestatal sigue campando a sus anchas”.

El experimentado Nils Hammer tuvo razón. Llegaron a la pequeña comisaria de Larvik tres agentes especiales de Washington, un agente del servicio de inteligencia de Kripos, y un inspector de la sección internacional de Cooperación para unirse a la investigación.

Los agentes del FBI identificaron al desconocido como Bob Crabb, de 67 años, natural de Mineápolis. Robert Godwin y Bob Crabb habían impartido clases en la misma universidad.

—El experimentado investigador del FBI se inclinó sobre la mesa—. En mi vida profesional he participado en casos semejantes —dijo—. Y me da la sensación de que nos encontramos ante un caso de hombre de la caverna. —¿Un hombre de la caverna? —repitió Nils Hammer—. ¿Qué quiere decir eso? ¿Que se ha escondido en una cueva por ahí? —Los llamamos así, hombres de la caverna —explicó Donald Baker— porque son fugitivos que encuentran una vida vacía en la que pueden meterse a vivir. También los llamamos usurpadores, si lo preferís, ya que se hacen con la identidad y la existencia de una persona a la que, según detectan, nadie echará de menos. De algún modo, llenan ese hueco y siguen viviendo tan aislados y solitarios como el individuo anónimo al que suplantan”.

Line que se había propuesto escribir un artículo del vecino, le demostró a su papá que la butaca que usaba Viggo Hansen para ver la televisión era la de la derecha, pero encontraron su cadáver en la otra. “¿Y si su muerte no se había debido a causas naturales después de todo?”.

El equipo de investigadores fue haciendo una lista de mujeres desaparecidas en Noruega y Suecia. En la lista de sospechosos según el perfil del asesino en serie, ya se tenían más de cien nombres. Investigaban también a hombres que hubieran sido asesinados con el objeto de robarles su identidad.

“—¿Cómo puede ser? —protestó Hammer—. ¿Que nadie se dé cuenta de que una persona suplante a otra? ¿Existe gente tan anónima? —Es posible —afirmó Wisting pensando en su propio vecino Viggo Hansen”.

Prueba de fuego (2015)

Line estaba en las últimas semanas de su embarazo. Su amiga Sofie Lund había heredado de su abuelo Frank Mandt, una mansión, un millón de coronas, una caja fuerte con cintas y libretas, una pistola, y muchos secretos. Sofie no sabía qué hacer con la pistola, se la dio a Line y ella se la dio a su padre.

Los periódicos daban la noticia de que en la noche vieja había sido asesinada la joven Elise Kittelsen de veintiún años, en plena calle en el centro de la ciudad de Kristiansand. Ya se había apresado al asesino, tres testigos habían declarado haber visto correr al joven Roben Brodin. Harald Ryttingen, el detective de Kristiansand, estaba orgulloso de haber resuelto tan pronto el asesinato y el joven acusado sería llevado a juicio.

En la comisaría de Larvik, Wisting y su equipo investigaba la desaparición de un taxista llamado Jens Hummel quien luego aparecerá asesinado. El taxista había estado en Kristiansand la noche vieja. Posteriormente se encontró el taxi en una granja abandonada cuyo dueño era Frank Mandt. Y el arma que Wisting recibió de su hija había sido utilizada en el asesinato de Elise Kittelsen y en el de Jens Hummel.

Mientras Wisting investiga la desaparición del taxista va descubriendo una red criminal vinculada con Frank Mandt y un tal Phillip Goldheim. Y, contra las órdenes de sus superiores, va a Kristiansand a testificar en el juicio de Roben Brodin.

“¿Has oído hablar de la prueba de fuego? –Sí –respondió sin entenderlo del todo–. Es una prueba dura y difícil de pasar. –Pero ¿sabes de dónde procede esa expresión? Ella negó con la cabeza. –Proviene de un viejo código de las leyes babilónicas –explicó Wisting–. La prueba de fuego era una técnica para determinar la culpabilidad de alguien. El acusado debía chupar una cuchara al fuego vivo, sacada directamente de las llamas, y luego el sacerdote miraba la lengua para interpretar las señales que los dioses habían dejado en ella. ¿Culpable o inocente? Las quemaduras de la lengua determinaban su destino, decidían entre la vida o la muerte de alguien”.

ETIQUETAS: PROCEDIMIENTOS POLICIALES. ASESINO SERIAL.

AutorJørn Lier Horst. Bamble, Telemark, Noruega. 1970.
FichaJørn Lier Horst. Cerrado en invierno. Barcelona: Penguin Random/Serie Rojo y negra. 2019. 384p. Kindle Ed.
Perros de caza. Barcelona: Penguin Random/Serie Rojo y negra. 2019. 384p. Kindle Ed.
(2012)
El usurpador. Barcelona: Penguin Random/Serie Rojo y negra. 2022. 390p. Kindle Ed.
Prueba de fuego. Barcelona: Penguin Random/Serie Rojo y negra. 2023. 452p. Kindle Ed.