Detective CHICARashid al Said

“3 de abril. En Bagdad, aquella noche, la segunda sin electricidad, la guerra sonaba diferente”.

 

El 3 de abril de 2003, después de tres semanas desde que empezó la invasión contra Iraq, las tropas de la coalición de países liderada por los Estados Unidos de América, llegaron a Bagdad. Seis días después, el 9 de abril, la ciudad fue formalmente ocupada por la coalición. En estos siete días se desarrolla la trama de Expediente Bagdad, narrada por los españoles Joan Cañete Bayle y Eugenio García Gascón, ambos periodistas, corresponsales y enviados especiales en la zona del Medio Oriente.

 

En medio de la confusión, la incertidumbre y el caos, desoyendo a su familia que le ruegan que huyan a Siria, como muchos bagdadíes lo están haciendo, el policía Rashid al Said, se obsesionó, incongruentemente, por descubrir al asesino de tres niños discapacitados.

          Rashid al Salid tiene 54 años y vive en Bagdad con su esposa Nada y sus dos hijas adolescentes, Tahani y Zeynab. Su hijo mayor está comisionado en alguna parte del desierto cuidando los finísimos caballos árabes del rais Saddam Husseim. Su familia y la de su esposa pertenecen a una clase social acomodada y educada. Estudió medicina como su padre, su abuelo y su bisabuelo pero él optó por la carrera de policía. Su primer puesto de investigador criminal fue en la ciudad de Basora, la segunda ciudad más importante al sur de Iraq y su principal puerto en el Golfo Pérsico. Una investigación sobre tráfico de medicamentos lo llevó a descubrir una red de corrupción que involucraba al poderoso general Abu Yehiva por lo que fue degradado y congelado. Años después, de regreso a Bagdad, lo ponen a dirigir el tráfico en el elegante barrio de Karrada, para que Abu Yehiva lo pudiera ver todos los días.

          En el caos de la invasión y antes de huir de Badad, su jefe, el comisario Yalal, le encarga  investigar la muerte de una niña discapacitada. “¿Por qué debería importarme encontrar al desalmado que ha matado a esa chiquilla?, le preguntó a su jefe. “Porque eres un hombre decente”. “Y así usted puede irse con la conciencia tranquila…” le contestó Rashid.  Junto con un asistente de nombre Jaled al Hafiz, Rashid inició su investigación. Luego aparecería asesinada otra niña y no pudo salvar al tercer niño.

        A través de la investigación de estos asesinatos, los autores se figuran cómo vivíeron las familias la invasión y se imaginan lo que estaba sucediendo en las calles de Bagdad, una ciudad que se estaba quedando sin gobierno, “oyendo el ruido de  ametralladoras, artillería, tiroteos, el estruendo que procedía del otro lado del Tigris, del sureste de la ciudad. De los barrios del sur. Del aeropuerto”. Rashid y Jaled descubren que los niños habían estado internados en un asilo, la directora del asilo los guía a un fotógrafo americano que iba a tomarles fotografías y les llevaba juguetes, acompañado por un joven de nombre Alí al Itabí que vivía en Sadam City. En medio de tormentas de arena, bombardeos, enfrentamientos y actos de rapiña buscan a Alí en Sadam City que es “el gran arrabal de Bagdad, el lugar en el que se cobijaban más de dos millones de chiíes.. Era la zona más pobre y gris de la capital, pasto de la interpretación más fundamentalista de la rama chií del islam…”

          En el Hotel Palestina, que congrega la prensa mundial que sigue los sucesos de la invasión, asedian al fotógrafo americano John Hamilton quien siempre está acompañado por Alí al Itabi, el joven que hablaba inglés y que trabajaba para el Ministerio de Información como “minder”. La tarea de los “minder” era traducir y mover a los extranjeros por las partes de la ciudad permitidas por el Ministerio de Información.

        Rashid al Salid ama su país. Durante sus pesquisas y afectado por lo que está sucediendo a su país,  piensa, reflexiona y comenta con Jaled sobre la legendaria Mesopotamia, el esplendoroso Califato Abasida que fundó Bagdad y las constantes y sucesivas invasiones que ha sufrido la región: persas, macedonios, romanos, turcos mongoles de Tamerlán, mamelucos, otomanos y británicos, la independencia en 1932 con los Hashemitas, su papel en la segunda Guerra Mundial, el golpe de estado de 1958, el partido Baat y la presidencia de Saddam Hussein en 1973 quien los llevó a la larga y cruel guerra con su vecino Irán durante los ochenta y luego invadió Kuwait, desencadenando la llamada “Guerra del Golfo” en 1991, por lo que Iraq sufrió un severo bloqueo internacional.

     “El problema era la religión”, pensaba Rashid.  El partido suní de Baaz gobernaba en perjuicio de la mayoría chiita y de los kurdos. Pero aun así, para Rashid la libertad que exigían los que se oponían al régimen de Saddam Hussein, era una libertad supeditada a la religión y por lo tanto inferior a la que ofrecía el Baaz que con gran esfuerzo había tratado de diluir la influencia de la religión en la sociedad.  “Los occidentales, encabezados por los americanos, nunca habían entendido y jamás entenderían: que en la esencia, los valores baazistas eran en muchos casos los mismos que decía amparar Occidente. Caído el Baaz, ¿quién pensaba Occidente que tomaría el poder en Irak?”

        Rashid al Salid, el hombre decente que disfruta escribiendo un ensayo sobre la relación entre el pensamiento de Nietzsche y la tradición islámica en sus ratos libres, sufre por lo que le está sucediendo a su amado país. Se obsesionó con el orgullo y la prepotencia americana y se obcecó en un culpable extranjero, «me arrogué un derecho que no tenía, me creí con el derecho y la obligación de impartir justicia, yo, un policía local de Bagdad».

 

El 1º mayo de 2003 fue colgada una pancarta en el portaviones USS Abraham Lincoln con las palabras “MISIÓN CUMPLIDA”. Ese día y de forma teatral el presidente estadounidense George Bush pronunció el discurso de la victoria sobre Iraq y el derrocamiento del régimen de Saddam Hussein. Once años después, en 2014 las tropas estadounidenses salieron de Iraq y  los seguidores del movimiento terrorista “Estado Islámico”, conocido por sus siglas  EIIL, ISIL o  ISIS empezaron a invadir Iraq. ¿Misión Cumplida?

Autor Joan Cañete Bayle (Barcelona, España,1973) y Eugenio García Gascón (Barcelona, España, 1957)

Ficha Joan Cañete Bayle y Eugenio García Gascón. Expediente Bagdad. España: Nuevos Tiempos. Siruela. Kindle Edition. 2014. 296 págs.