“Hay veces en la vida en que uno siente que puede encomendarse a los caprichos del viento”.

 Lo que nunca sabrás de la escritora surcoreana Jeong I-Hyeon (1972), se publicó  en 2011. La versión en español (2015) es la traducción al español, de la traducción del coreano original al inglés.   Lo que nunca sabrás es un espléndido thriller que además logra transmitir una prosa que asombra por sus imágenes poéticas, evidentes no obstante ser una traducción de la traducción.

Lo que nunca sabrás se desarrolla en el ambiente disfuncional de una familia de clase alta en el bario de Gangnam de la ciudad de Seúl, la capital de Corea del Sur.  La acción, los retratos psicológicos y físicos y la develación de historias y secretos anteriores, van incrementando sutilmente el elemento suspenso, porque ante la desaparición de la pequeña Yu-ji, los miembros de la familia se cuestionan si ellos son los responsables.  Además de motrar el ambiente de una familia de clase alta coreana, sus comidas, rutinas y tradiciones, la trama involucra problemas universales como son la disfuncionalidad familiar, la soledad, la xenofobia, la drogadicción, patologías y crímenes perversos en todas las latitudes.

Kim Sang-ho es el padre, tiene 47 años y está casado en segundas nupcias con Jin Ok-yeong de 40 años, nacida en Corea del Sur de padres chinos. Los dos hijos mayores del primer matrimonio de Sang-ho son dos jóvenes atormentados, Kim Eun-seong de 24 años, y Kim Hye-seong, de 20.  Kim Yu-ji, es la hija menor de nueve años.  Ming, el amante de Ok-yeong, completa el cuadro de los personajes.

“El principio del principio” sucedió el domingo 24 de febrero de 2008, cuando Yu-ji desapareció.  Y en “Lo que el domingo ignora” sabremos que en la República de Corea, desaparecen un promedio de 164 personas cada día.

Ese domingo la madre, que a veces se sentía “..pesada, como si un elefante le caminara sobre el corazón”, había dicho que iba a visitar a su madre quien vivía en un pueblo cercano. El padre salió a reuniones de neogocios de su compañía de importación y exportación.  Hye-seong, que engañaba a su padre diciendo que estudiaba medicina, debió de haberse quedado en casa para pagar a la maestra de violín de su media hermana, pero su hermana Hye-seong, se había vuelto a meter en problemas y salió a verla.  Cuando regresaron, Yu-ji había desaparecido.  Incomprensiblemente el padre, en vez de reportar la desaparición de su pequeña hija a la policia, contrató un detective privado.

Yu-ji, “la chica que no sonreía” tiene casi diez años, es una niña introvertida, dedicada al estudio del violín.  Sabe cuando su mamá habla con su papá por su “voz seca y quebradita, como una barrita de pan de ajo caducada”.  Cuando conoció al amante de su mamá lo primero que vio fue a un hombre sentado, con las rodillas muy juntas, “como una caja que hubieran entregado en la dirección equivocada”, y oyó el “tono de su voz  que sonaba grave y lúgubre, como el sonido de un contrabajo”.

La novela está estructurada en 28 capítulos cortos con títulos con imágenes sugerentes y espléndidas, que nos acercan a la peculiaridades de la literatura coreana y a la calidad de la prosa de la autora: “cumpleaños que se evaporan”, “palabras que se estrellan como olas contra los oídos”, “una pregunta sin respuesta que es como una piedra que altera la serena superficie del agua”.

Jeong I-Hyeon (Corea del Sur, 1972)

Jeong I-Hyeon. Lo que nunca sabrás. España: Ediciones B.S.A. 2015. 369 págs.