Kolbjørn Kristiansen (K2) y  Patricia Louise Borchmann

“—En resumen: creo que no estamos buscando a una persona que actúe de forma normal. Creo que estamos tras la pista de una mosca humana”.

Moscas (2010, en noruego: Menneskefluene) del autor noruego Hans Olav Lahlum (1973) es la primera de cinco novelas policiacas con el inspector Kolbjørn Kristiansen (llamado K2) de la comisaría de Mollergata en Oslo, y Patricia Louise Borchmann. Moscas es una novela policiaca, de trasfondo histórico sobre el papel de Noruega durante la Segunda Guerra Mundial.

Moscas está estructurada como una novela de «cuarto cerrado».   El narrador es K2, el inspector que junto con la jovencísima, súper inteligente y paralítica Patricia, van descifrando los enigmas del caso.

En la historia del crimen convergen las historias de ocho personajes cuando uno de ellos, Harald Olesen, es asesinado, y quien era considerado un héroe nacional de la Resistencia durante la Segunda Guerra Mundial.

«—Se trata de una variante del misterio de la habitación cerrada, pero no es de los peores, porque la cadena de la puerta no estaba echada. Como dice Sherlock Holmes: «Cuando se elimina lo imposible, lo que queda, por improbable que parezca, debe ser la verdad»”.

El 4 de abril de 1968, el mismo día del asesinato de Martin Luther King,

Un hecho mucho menos comentado en los libros de historia, pero que influyó más en mi vida y en la de los afectados, fue un asesinato que se cometió casi al mismo tiempo en un piso de Torshov, en Oslo”.

A las diez y cuarto de la noche los inquilinos del edificio de la calle Krebb’s Gate 25 escucharon un disparo que venía del segundo piso.  La esposa del conserje y 7 vecinos subieron inmediatamente, algunos por la escalera y otros por elevador. La puerta del departamento de Harald Olesen estaba cerrada con llave, esperaron a que llegara el inspector Kristiansen para que la portera abriera la puerta. Todos vieron que Harald Olesen yacía en el suelo con una herida de bala en el pecho, pero no estaba el asesino, ni el arma homicida.

Los otros inquilinos del edificio eran: Randi Hansen, la esposa del conserje. Darrel Williams, un estadounidense. La joven Sara Sundqvist. El matrimonio Kristian y Karen Lund.  Konrad Jensen, un taxista. Y Andreas Gullestad, quien estaba confinado a una silla de ruedas.

“ Teníamos un cadáver, un escenario del crimen y un asesinato indiscutible. Pero no solo nos faltaban un móvil, un arma homicida y un sospechoso, sino que también teníamos pendiente comprender cómo había conseguido escaparse el asesino…»

Ragnar Borchmann, un prestigiado profesor de economía y uno de los hombres más ricos de Oslo, invita al inspector a su casa porque, le dice, tiene algunos datos que pudieran ayudar en la investigación.

“..deberías hablar sobre la guerra con un abogado del Tribunal Supremo, Jesper Christopher Haraldsen, y con el secretario del partido, Haavard Linde, sobre política y sobre el partido. Más allá de eso, no puedo darte muchos más consejos sobre el caso.”

“—Ya sé que esto no es ni ortodoxo ni lo más correcto, pero con quien tienes que hablar de todo esto no es conmigo, sino con Patricia”.

Patricia era su hija quien había sufrió un terrible accidente automovilístico en el que su madre perdió la vida y en el que ella quedó paralizada de la cintura hacia abajo.

“..mi hija de dieciocho años. No solo lee el doble de rápido que yo, tanto en noruego como en inglés, alemán y francés, sino que además supera en velocidad y calidad mis comentarios acerca de la lectura que nos ocupe. —En los últimos años, nada le ha interesado más a Patricia que los asesinatos misteriosos sin resolver. Ha leído decenas de libros de historia criminal y al menos cien novelas policiacas. Más de una vez ha conseguido resolver grandes casos solo con la información que dan los medios. El asesinato de Krebs’ Gate le interesa de una manera muy especial, en parte porque Harald Olesen era un conocido de la familia, y en parte por las extrañas circunstancias  que rodean el caso. Tiene preguntas y comentarios que yo no puedo responder, e incluso una solución bastante verosímil que explica cómo se las arregló el asesino para huir del apartamento…”

Era raro y merecía la pena mencionar que alguien, el mismo día del asesinato, decidiera tirar un impermeable casi nuevo, que Harald Olesen tenía un cáncer terminal, que sus dos sobrinos esperaban una sustanciosa herencia. Y que  estaba escribiendo su autobiografía.

“…Hay muchas personas que alguna que otra vez han vivido algún trance tan complicado y doloroso que nunca lo han superado. Se convierten en moscas humanas y se pasan el resto de su existencia volando en círculos alrededor de lo sucedido. Como las moscas que sobrevuelan un montón de basura, para que me entiendas. Creo que el propio Harald Olesen, debajo del traje y detrás de la máscara, era una mosca humana. Y albergo algo más que una mera sospecha de que quien lo asesinó también lo es”.

Hans Olav Lahlum es historiador, autor de libros históricos, político, ajedrecista y escritor de novelas policiacas. Tiene el récord mundial por una entrevista que otorgó en 2013 a un periódico noruego por su duración de 30 horas; es conocido por su estilo poco convencional que incluyó que durante una temporada se dejara crecer la mitad de la barba y por usar orejeras durante algunos torneos de ajedrez.

Hans Olav Lahlum. Noruega, 1973.

Hans Olav Lahlum. Moscas. España: RBA Libros / Main Market Ed, 403 págs. 2014. Edición de Kindle.