Hacia una poética de la novela de detectives
La literatura agrupa u ordena con la palabra “género” las obras que comparten rasgos comunes de forma y contenido. Uno de ellos es el llamado género de la novela de detectives, mismo que se extiende al género negro y al thriller, que sabemos lo que es pero es difícil definirlo. A pesar de que la novela de detectives es muy popular –o quizá por esta razón- parece que todavía no alcanza un lugar en los llamados estudios literarios “académicos”.
Si bien la única condición que puede tener el género policial es que haya un crimen (en cualquiera de las tres acepciones que muestra el Diccionario de la Lengua Española:”crimen. (Del lat. crimen).1. m. Delito grave. 2. m. Acción indebida o reprensible. 3. m. Acción voluntaria de matar o herir gravemente a alguien”), el crimen de debe aclarar o resolver (si no, se queda en un reporte policíaco). Y el crimen se resuelve por procesos de deducción; así en la buena novela policíaca se desarrollan dos tramas: el crimen y su resolución.
La resolución debe seguir un método: observación, análisis, deducción e inferencia. O sea, por medio de la observación, el análisis y la deducción se infiere la verdad. Para Poe, sin lugar a dudas, no hay tarea más grata que la facultad de análisis la cual depende de la capacidad para observar, ya que “observar con atención es recordar haciendo distinciones” y esto es lo que permite hacer inferencias válidas.
El buen autor presenta sus observaciones y hace que el lector lo acompañe en el análisis, la deducción y la inferencia. Para ello tiene que describir y muy bien contextos y personajes. Por esto, la novela policíaca no puede ser cosmopolita: cada historia se desarrolla en un contexto que tiene que estar bien referenciado para que nosotros lectores situemos el crimen y sigamos su resolución, pero por otro lado es lo que hace tan rico el género pues su credibilidad depende de las descripciones del espacio físico, temporal y social en que se sitúa la historia. De cierta forma, es una forma de acercarse a un momento histórico de cualquier sociedad pues el buen escritor de thrillers tiene que reproducir lo más fielmente el entorno.
Last but not least, parte fundamental de su esencia, el género policíaco debe realizar exploraciones sociológicas y psicológicas con seriedad, mismas que pueden funcionar como reflejo de circunstancias y comportamientos humanos.
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