Joseph Rouletabille
Le Mystère de la Chambre Jaune. El misterio del cuarto amarillo (1908) de Gaston Leroux (Francia, 1868-1927), es la novela clásica de “habitación cerrada”. Las novelas negras de “habitación cerrada” plantean crímenes que suceden en circunstancias imposibles porque el criminal no pudo haber salido del lugar donde cometió el crimen (uno de los primeros ejemplos es la novela de Edgar Allan Poe en su The Murders in the Rue Morgue, publicada en 1841).
El misterio del cuarto amarillo, narra “la historia policial más curiosa de los últimos 15 años”. El protagonista-detective es un joven reportero del diario francés L’Epoque, Joseph Josephin, «Rouletabille», (roule la bille o rueda la bolita), lo apodan sus colegas. La historia se sitúa a finales de octubre del año de 1892. Sucede en el castillo de Glandier, en los linderos del bosque de Santa Genoveva en Épinay-sur-Orge, una población en el sur de París.
En el castillo de Glandier vivían el científico Stangerson y su hija soltera Mathilde Strangeson. Anexo al castillo estaba el pabellón donde tenían el laboratorio y una pequeña habitación amarilla en la cual, a veces, se retiraba a dormir Mathilde. El padre y la hija estaban entusiasmados, pronto comunicarían a la comunidad científica internacional los resultados de un trabajo que les había tomado la mayor parte de sus vidas, “la prueba decisiva de la aniquilación de la materia”.
“…se estaba a la espera de un informe sensacional que el profesor Stangerson iba a leer, en la Academia de Ciencias, sobre su nueva teoría, La disociación de la materia, teoría destinada a socavar los cimientos de toda la ciencia oficial, que se basa, desde hace mucho tiempo, en el principio de que nada se pierde y nada se crea”.
El día del crimen Mathilde se había retirado a la habitación amarilla. El doctor y su criado Pére Jacques escucharon un grito de Mathilde, luego dos disparos. Junto a la puerta del laboratorio estaba la puerta de la habitación amarilla, de madera muy gruesa y cerrada con llave. A través de ella escuchaban a Mathilde pidiendo ayuda.
“La puerta de la habitación cerrada con llave por dentro, los postigos de la única ventana, también cerrados por dentro y, por encima de los postigos, los barrotes intactos, barrotes por los que ni siquiera se podía pasar un brazo…”
Cuando el padre, el criado, el portero y la casera lograron abrir la puerta en la habitación sólo estaba Mathilde.
“La señorita, en camisón, yacía sobre el piso, en medio de un desorden increíble. Mesas y sillas caídas indicaban que allí había habido una gran pelea. Seguramente habían sacado a la señorita de su cama; ella estaba llena de sangre, tenía terribles arañazos en el cuello –las uñas habían arrancado prácticamente toda la carne del cuello– y un agujero en la sien derecha desde donde manaba un hilo de sangre que había formado un pequeño charco en el suelo”.
¿Cómo había salido el asesino? No había chimenea, la ventana tenía una sólida reja, no había dónde alguien se pudiera ocultar, en el suelo había un hueso de cordero, una vieja arma de fuego, una boina y un pañuelo. El padre y el criado hubieran visto si alguien hubiera salido de la habitación. Y habían robado los informes confidenciales sobre sus trabajos, experiencias que describían todas las etapas que los llevaron a la prueba decisiva de la aniquilación de la materia.
El narrador de esta novela es un estudiante de derecho que acompaña a Rouletabille en sus pesquisas. Fréderic Larsan es el detective, reconocido mundialmente. Robert Darzac es el prometido de Mathilde.
Mathilde se recuperó pero se negaba a hablar de los hechos. Es atacada nuevamente en la habitación del castillo sin que Rouletabille pudiera impedirlo.
Se revelan datos sobre los años que pasaron el padre y la hija en Estados Unidos y su relación con un tal Ballmeyer.
El asesino había dejado muchas pistas falsas que Rouletabille irá reconociendo conforme realiza las reconstrucciones de los atentados. El guardabosque que es asesinado, el perfume de la dama vestida de negro, ¿quién podía imitar el maullido del gato de la tía Agenoux?, y un bastón comprado recientemente en París, llevan a Rouletabille a viajar a Estados Unidos.
La policía arrestó a Robert Darzac, el prometido. Rouletabille regresa a tiempo para hablar en el juicio: “Los quevedos que mostraban que eran de un présbite…”
En El misterio del cuarto amarillo se encierra un drama pasional. Ha sido adaptada varias veces como película
Gaston Leroux (París, Francia, 1868 – 1927)
Gastón Leroux. El misterio del cuarto amarillo. Greenbooks editore. 2021. 240 p. E. Kindle.
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