El túnel (1948), del escritor argentino Ernesto Sábato (1911 – 2011), cuenta la obsesión de Juan Pablo por María. Y al hacerlo, la ficción presenta el desarrollo de un caso clínico de la patología de la celotipia y de la esquizofrenia.
“Bastará decir que soy Juan Pablo Castel, el pintor que mató a María Iribarne Hunter; supongo que el proceso está en el recuerdo de todos y que no se necesitan mayores explicaciones sobre mi persona”.
Juan Pablo Castel es el protagonista y narrador. Es pintor. En su última exposición miró a una mujer frente a una de sus pinturas. Le impresionó que esa mujer fuera la única persona que se fijó y se quedó viendo la pequeña ventana en el extremo superior del lienzo. La buscó, la siguió, se presentó ante ella, le preguntó por qué se había fijado en el detalle de su lienzo, empezaron a verse. Juan Pablo pensaba que María era la única persona que lo podía comprender y se obsesionó con ella.
María era unos años mayor que Juan Pablo. Desesperado porque ella no le contestaba el teléfono, fue a su casa. Lo recibió el esposo de María, que era ciego. No habían tenido hijos. Allende le entregó un sobre. “Yo también pienso en usted” y le dijo que María había partido a la estancia de su primo Hunter. Juan Pablo la siguió a la estancia.
Los encuentros en paseos, en el taller del pintor, en la estancia, terminaban siempre con violentas escenas de recriminación, del pintor a la mujer. Juan Pablo estaba seguro de que sus celos eran verdaderos. Si María engañaba a Allende con Hunter, ¿por qué no lo iba a engañar a él? La frustración que sentía Juan Pablo por no poder poseerla totalmente, lo hacía atacarla verbalmente, con crueldad. Luego le pedía perdón. Luego volvía a acometerla con celos infundidos y calumnias. Luego se volvía a arrepentir y a pedir perdón.
La desesperación que sentía Juan Pablo lo hacía emborracharse, pelearse en los bares o maltratar a otras mujeres. Amenazaba a María diciéndole que se iba a suicidar. Ella huyó a la estancia. Juan Pablo, en la urgencia de su delirio, pidió prestado un automóvil para ir a la estancia, trepó la barda y las paredes, entró por la ventana a la alcoba de María. Con el puñal en la mano le dijo, “Tengo que matarte, María. Me has dejado solo”.
ETIQUETAS: PSICOLÓGICO. CELOS.
Ernesto Sábato. El túnel. Argentina: Seix Barral Argentina. 2018. 178p. Ed. Kindle.
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