Emmanuel Carrère (París, Francia, 1957), es uno de los grandes escritores contemporáneos. Premio Princesa de Asturias de las Letras 2021.
V13: Crónica judicial (2022)
Límónov (2011)
L’Adversaire. El adversario (2000)
Los tres libros que aquí reseño cuentan historias reales que superan la ficción (si bien podrían diferir de la realidad en algunos detalles). Carrère va develando los enigmas de esas historias reales sin dejar casi nada de lado, ofrece toda la información posible de conocer. Cuenta sus historias con suspenso, ese elemento que excita la curiosidad y nos hace seguir leyendo.
V13: Crónica judicial (2022)
El 7 de diciembre de 2024 Bashar al-Assad, el presidente autoritario de Siria, huyó a Moscú. El país quedó en manos del grupo Hayat Tahrir al Sham, “H.T.S.”, un grupo suni descendiente de Al Qaeda al cual había renunciado. Su líder es Abu Mohammed al-Jolani.
La noticia es pertinente porque los integrantes del grupo terrorista que perpetró los ataques del viernes 13 noviembre de 2015 en París, se identificaron como europeos de origen sirio de la organización “Yihadista Estado Islámico”.
Emmanuel Carrère asistió como periodista al juicio contra los terroristas yihadistas que perpetraron los ataques del viernes 13 de noviembre de 2015. A partir de septiembre de 2021, cada semana durante casi diez meses, Carrère envió su crónica judicial al editor de la revista L’Obs, Le Nouvel Observateur. Carrère reunió estas crónicas judiciales en su libro V13.
París, tarde del viernes trece de noviembre de 2015 (Venredi 13), cuando la realidad superó la ficción.
Tres terroristas detonaron bombas suicidas afuera del Estadio Francia de Saint-Denis durante un partido de futbol; el presidente francés François Hollande que se encontraba en uno de los palcos, fue evacuado. Otros terroristas mataron a 39 personas en las terrazas de cafés y restaurantes de los arrondissements (distritos) 10 y 11. Otro terrorista detonó su chaleco suicida en un café del distrito 11. Otros tres terroristas atacaron con rifles a los casi mil quinientos asistentes de la sala de conciertos Bataclan; habían ido a escuchar a la banda estadounidense “Eagles of Death Metal”. En diez minutos mataron a noventa personas e hirieron a 200.
Los terroristas asesinos fueron identificados como integrantes de la organización “Yihadista Estado Islámico”. Para el yihadismo salafista el terrorismo es uno de sus medios (el salafismo es una escuela de pensamiento del islam suni). Ese viernes V-13 asesinaron a 137 personas e hirieron a 415 personas. Nueve de los diez asesinos murieron.
París, septiembre de 2021. Palacio de Justicia.
El juicio contra 20 imputados, uno de los atacantes y 19 organizadores y cómplices de los ataques del V13, se llevó a cabo en un recinto temporal fabricado dentro del Palacio de Justicia situado en la Île de la Cité en el centro de París. El tribunal fue presidido por cinco jueces. Se sesionó durante 148 días, casi diez meses, del 2 de septiembre de 2021 al 7 de julio de 2022. Es el juicio criminal más largo en la historia de Francia. Declararon 300 personas entre testigos, supervivientes y familiares de las víctimas. Participaron 400 abogados como defensores o acusadores.
Carrère aclara cómo se fue gestando en él la idea de asistir como periodista y de escribir sus crónicas judiciales. Da cuenta de los preparativos y la organización del juicio. De las investigaciones y aprehensión de los asesinos-terroristas. De los asistentes. En general y profusamente, habla de todos los pormenores.
Destaco la parte en que Emmanuel Carrère trata los motivos de los yihadistas. El autor se preguntó cómo fue el proceso que hizo que esos muchachos que habían nacido en Bélgica o en Francia, que vivían en uno de los distritos de Molenbeek, un municipio de la región de Bruselas en Bélgica, se volvieron fundamentalistas yihadistas. (Desde la década de los cincuenta del siglo pasado Molenbeek se fue volviendo un barrio de migrantes musulmanes; hacia la primera década del siglo XXI comenzó a albergar a base del terrorismo islamista).
Los terroristas yihadistas esgrimieron el argumento de que sus pueblos habían sufrido las invasiones de potencias occidentales, en este caso en Siria e Irak. Este argumento fue repetido por Salah Abdeslam, el único sobreviviente de los atacantes. Argumento que sorprende y nos debe mover a la reflexión: “todo lo que ustedes dicen sobre nosotros, los yihadistas, es como si leyeran la última página del libro. Lo que habría que hacer es leer desde la primera página de ese libro”.
Salah Abdeslam fue el hombre más buscado por la policía francesa y belga desde el viernes 13 de septiembre hasta su aprehensión. Carrère cuenta su historia personal y la red de conexiones familiares y sociales con todos los imputados.
En un afán de comprender, Carrère transcribe la intervención en el juicio del joven politólogo francés Hugo Micheron, experto en el extremismo islamista.
El periódico español El País publicó la serie de las crónicas semanales que Carrère escribió sobre este juicio, de las cuales transcribo un fragmento:
Capítulo 2
“Una cuestión de nombres”
“7 de septiembre. Emmanuel Carrère explora el auto de procesamiento y los patronímicos utilizados por los yihadistas”
“24 de enero de 2016, la cadena Al-Hayat Media Center, órgano de propaganda oficial del Estado Islámico, difundió un vídeo de 17 minutos glorificando a quienes denomina “los nueve leones del califato”. Los filmaron en el verano de 2015 en un paisaje pedregoso, probablemente sirio. Así que están vivos. Orgullosamente, cinco de ellos decapitan a cuchillo a unos prisioneros. Otros tres abaten a presos con un fusil de asalto. Su jefe, Abdelhamid Abaaoud, anuncia y reivindica de antemano un gran atentado en Europa. Unos meses más tarde, los nueve van a París a matar a 130 personas antes de que los maten o de matarse ellos mismos.
De hecho, deberían haber sido 10. Falta uno. No aparece en el vídeo, no figura en las filas de los leones del califato. A falta de los demás, él será central en el juicio: es Salah Abdeslam”.
(https://elpais.com/cultura/2021-10-10/el-juicio-por-los-atentados-de-paris-contado-por-emmanuel-carrere.html#?rel=mas_sumario#&rel=mas_sumario#&rel=mas_sumario#&rel=mas_sumario)
Limónov (2011)
“…gamberro en Ucrania; ídolo del underground soviético; mendigo y después ayuda de cámara de un multimillonario de Manhattan; escritor de moda en París; soldado perdido en los Balcanes; y ahora, en el inmenso desmadre del poscomunismo, viejo jefe carismático de un partido de jóvenes desesperados.”
Limónov parece un thriller, es una gran biografía novelada de Eduard Limónov (nacido Eduard Veniamínovich Savenko, Rusia 1943-2020). Limónov fue un personaje tan desconcertante y transgresor que bien podría ser el protagonista de cualquier novela negra.
Carrère narra en primera persona la historia de su personaje a la par que describe las tremendas transformaciones en el paso de la Unión Soviética a la Federación de Rusia. Además va enriqueciendo la narración con sus opiniones y formidables recreaciones, e incluye sus propias vivencias al escribir esta novela.
Limónov aparece como el epítome de la transgresión: punk, aventurero, intelectual, poeta, escritor, guerrillero, político de extremas, héroe y escoria, del lado de los desamparados y “odiador” de muchos, preso político y leyenda, un hombre “cuya experiencia incluyese universos tan diversos como el del preso de derecho común en un campo de trabajos forzados a orillas del Volga y el del escritor de moda que se mueve en un decorado de Philippe Starck”*.
En 2006 Emmanuel Carrère va a Moscú comisionado por una revista para escribir un artículo sobre las circunstancias del asesinato de una periodista adversaria a la política de Vladimir Putin, en una Rusia conformista, que parecía pensar que sin Putin las cosas podrían ir peor. En el año de 2002 las fuerzas de Putin habían reaccionado con una fuerza brutal contra los chechenos que tomaron como rehenes al público que asistía a una representación de teatro. A partir del año siguiente, cada año se habían realizado manifestaciones para recordar esa brutal represión. Nuestro autor, Emmanuel Carrère, asistió en 2006 y vio a Limónov:
“En lo alto de los escalones, delante de las puertas cerradas del teatro, una silueta me pareció vagamente conocida, pero no conseguía identificarla. Era un hombre que llevaba un abrigo negro y sostenía una vela, como todos los demás, rodeado de varias personas con las que hablaba a media voz. En el centro de un corro, apartado del gentío, pero dominando y atrayendo las miradas, daba una impresión de importancia, y extrañamente pensé en el jefe de una banda de malhechores que asistiese protegido por su guardia al entierro de uno de sus hombres. Yo sólo veía tres cuartas partes de su perfil, y del cuello levantado de su abrigo asomaba una perilla. Una mujer que estaba a mi lado también se había fijado y le dijo a su vecina: «Ha venido Eduard, menos mal.» Él volvió la cabeza, como si la hubiese oído a pesar de la distancia. La llama de la vela ahondó sus facciones. Reconocí a Limónov”.
Limónov nació en Dzerzhisky (Gorki) en 1943 y se crio en Járkov, hoy Ucrania. Su padre era un oficial de la NKDV, (“Comisariado del Pueblo para Asuntos Internos”), su madre una obrera en una fábrica de municiones. Limónov fue un pillo en su pueblo, joven poeta en Moscú, inmigrante pobre en Nueva York a los treinta años, y periodista-escritor en París. En 1991 regresa a Moscú, combate con los serbios, funda un periódico y el Partido Nacional Bolchevique, “Nazbol”. Cuando Carrére le solicita una entrevista y se la concede, escribe que su reportaje empezaba bien “…escondites, clandestinidad, todo esto es de lo más novelesco. Sólo que me cuesta elegir entre dos versiones de lo novelesco: el terrorismo y la red de resistencia.”
A Limónov , dice Carrère, le gustaba la trifulca, tenía gran éxito con las jóvenes, los jóvenes burgueses se sentían impresionados por su pasado de aventurero, “..era nuestro bárbaro, nuestro gamberro: le adorábamos”. Como escritor, Carrère dice que Limónov no era un autor de ficción, pero “sabía contar su vida, pero era una vida apasionante y la contaba bien, con un estilo sencillo y concreto, sin afectaciones literarias y con la energía de un Jack London ruso”. En los años noventa Limónov viajó a los Balcanes y combatió al lado de los serbios. Un documental de la BBC lo muestra en Sarajevo, con metralleta y junto al genocida y criminal Radovan Karadžić.
Descontento con el desplome del comunismo en Rusia, Limónov creó un partido político, el Partido Nacional Bolchevique. En 2001 fue juzgado y encarcelado por causas bastante oscuras en las que se hablaba de tráfico de armas y tentativa de golpe de Estado en Kazajstán.
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Escribir una reseña de este libro es un enorme reto, cómo debió haber sido su escritura. Carrère, en el prólogo a este libro, escribió que la vida de Limónov era novelesca y peligrosa. No sólo por la historia del personaje, Limónov, y por la historia de la Unión Soviética-Rusia, pero también por la historia de todos nosotros desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. Qué él emprendía este libro para averiguarlo.
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«Why, then, is he interesting? Flaubert, asked to justify his interest in Nero and the Marquis de Sade, replied, “These monsters explain history to us.” Limonov is not a monster, though would perhaps like to think himself one; he is a philosophical punk, a chancer, a blood-and-soil patriot who imagined himself a cleansing political force”.
Cita de Julian Barnes (Reino Unido, 1946) tomada de su reseña sobre este libro: Julian Barnes. (Octubre 24, 1014). Julian Barnes on Limonov by Emmanuel Carrère review – portrait of a political punk. (Consultado en Septiembre 9, 2021). The Guardian. Sitio web: https://www.theguardian.com/books/2014/oct/24/julian-barnes-limonov-emmanuel-carrere-punk
*Philippe Starck”.Famoso diseñador francés.
El adversario (2000)
“La mañana del sábado 9 de enero de 1993, mientras Jean-Claude Romand mataba a su mujer y a sus hijos, yo asistía con los míos a una reunión pedagógica en la escuela de Gabriel, nuestro hijo primogénito. Gabriel tenía cinco años, la edad de Antoine Romand…”
Jean Claude Romand nació en 1954 en Lons-le-Saunier, Jura, un departamento francés cercano a la frontera con el cantón suizo de Vaud. En 1993 asesinó a su esposa, a sus dos hijos, a sus padres, y trató de matar a su amante. Prendió fuego a su casa; él se salvó.
Tal vez, escribió Carrère, a la hora de ser asesinados, los padres de Jean Claude fueron conscientes de que en su hijo había triunfado la mentira y el mal.
“Deberían haber visto a Dios y en su lugar habían visto, adoptando los rasgos de su hijo bienamado, a aquel a quien la Biblia llama Satán, es decir, el adversario”.
Jean Claude Romand fue internado en el hospital con quemaduras de gravedad. Mientras convalecía, la verdad que empezó a salir a la superficie contradecía la imagen del hombre de personalidad tranquila y mesurada, amoroso con su esposa, hijos y padres, solidario con sus amigos.
Se descubrió que durante los últimos dieciocho años de su vida se había hecho pasar por médico y por un alto funcionario de la Organización Mundial de la Salud.
“Una vez en la OMS, dijo o dio a entender que su estatus de funcionario internacional le daba derecho a colocar depósitos de un modo sumamente ventajoso, a un interés del 18%, del que podía beneficiarse su familia”.
Parientes y amigos le confiaron sus ahorros a Jean Claude Romand. De esta forma había vivido y mantenido cómodamente a su familia con los ahorros de muchas personas.
[Se encontró]“En el automóvil de Jean-Claude una nota de su puño y letra en la que se acusaba de los crímenes, y que todo lo que se creía saber de su carrera y de su actividad profesional era una engañifa. Habían bastado unas cuantas llamadas por teléfono y unas comprobaciones elementales para desenmascararle. Llamaban a la OMS y allí nadie le conocía. No figuraba inscrito en el colegio de médicos. Su nombre no estaba en las listas de los hospitales de París, de donde se le suponía médico residente, ni tampoco en las de la Facultad de Medicina de Lyon, donde el propio Luc y otros compañeros juraban haber cursado estudios con Jean-Claude. Los había empezado, sí, pero no se había presentado a exámenes desde el final del segundo año y, a partir de ahí, todo era falso”.
“Todos se preguntaban: ¿cómo hemos podido vivir tanto tiempo al lado de este hombre sin sospechar nada? Todos buscaban en su memoria el recuerdo de un instante en que esa sospecha, algo que hubiese podido propiciarla, les había asaltado”.
Emmanuel Carrère se interesa por la historia. Asiste al juicio. A través del abogado de Romand, Carrère le manda uno de sus libros y una carta en la que le dice que quiere contar su historia.
“La pregunta que me empujaba a escribir un libro no podían responderla los testigos ni el juez de instrucción ni los peritos psiquiatras, sino el propio Romand, puesto que estaba vivo, o nadie. Al cabo de seis meses de vacilaciones, resolví escribirle por mediación de su abogado. Es la carta más difícil que he tenido que redactar en mi vida”.
Jean Claude Romand fue condenado en 1996 a cadena perpetua. Hasta su liberación, veintidós años después en 2019, fue un preso modelo que se había acercado a Dios.
“El testimonio escrito a instancias de Bernard seguía abierto, en cambio, encima de mi mesa. Con su fraseología católica, ese testimonio sí me parecía realmente misterioso. En el sentido matemático: indecidible [que no es posible demostrar si la proposición es verdadera o falsa]. De que Jean-Claude Romand no representa una farsa para los demás, de eso estoy seguro; pero el mentiroso que hay en él, ¿no la representa para sí mismo? Cuando Cristo entra en su corazón, cuando la certeza de ser amado, a pesar de todo, hace que rueden por sus mejillas lágrimas de alegría, ¿no sigue siendo el adversario quien le engaña? Pensé que escribir esta historia sólo podía ser un crimen o una plegaria”.
¿Qué pasaba por la cabeza de Jean Claude Romand en todos los días de esos dieciocho años en que supuestamente estaba en su oficina, o asistía congresos por todo el mundo? Días que pasaba caminando por el bosque o leyendo en su coche todos los diarios del día.
El atentado de Emmanuel Carrère ha sido objeto de tres adaptaciones fílmicas y una teatral.
ETIQUETAS: HISTORIA REAL. TERRORISMO. ESTAFA.
Emmanuel Carrère. Francia, 1957.
Emmanuel Carrère. V13: Crónica judicial. España: Anagrama. 2023. 265 pp. Ed Kindle
—Limónov. Barcelona: Anagrama. New York:Picador. 2011. 340 págs.
—El adversario. España: Anagrama. 2000. 153 pp. Ed Kindle.
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