En la construcción del relato policíaco, es clásico el esquema de la «habitación, o cuarto,  o círculo cerrado«, que plantea enigmas aparentemente imposibles de resolver: un grupo de pocas personas que se encuentran juntas, una habitación en la que se encuentra un cadáver, y a la que nadie pudo entrar ni salir.

Los ejemplos más clásicos son: Los crímenes de calle Morgue, de Edgar Allan Poe;  El misterio del cuarto amarillo de Gastón Leroux; Five Little Pigs de Agatha Christie.