Chief Inspector Morse y Sergent Lewis
«What do I call you”? /“They just call me Morse”. /“Yes –but your Christian name?/“Begins with “E”, like yours”/“No more information”?/“No more information”
The Daughters of Cain, es la novela once (de trece) del escritor inglés Colin Dexter con el Chief Inspector Morse y el Sergent “Robbie” Lewis de la Jefatura de Policía del Valle del Támesis.
Morse y Lewis investigan, infieren, deducen y resuelven casos de homicidio en la emblemática ciudad de Oxford, sede de la más antigua universidad inglesa. Consecuente con el ambiente, el lenguaje del narrador omnisciente es culto, refinado, con palabras en latín o de raíz latina. Las referencias históricas, literarias y mitológicas son parte de las tramas, siempre complejas, y hay que estar atento para no perder las pistas, o no despistarse, con los “red hearrings” o pistas falsas.
Colin Dexter realiza excelentes descripciones de las personalidades, aunque diga « You shouldn’t really judge people just by appearances.” “Oh?” Morse’s eyes shot up swiftly. “And why the hell not?”
Me imagino a Colin Dexter, muy divertido, comentando su propia narración, sembrando pistas falsas y creando las dos personalidades diferentes y contrastantes de sus detectives que forman una formidable entidad detectivesca. Ambos son hombres maduros (en la serie de televisión se decidió por un Lewis más joven). Morse de clase media y Lewis de clase “trabajadora”. Morse es un solterón, erudito y cascarrabias, tiene un Jaguar, se extasía escuchando música clásica, especialmente ópera y a Wagner, leyendo a los clásicos y resolviendo crucigramas. Bebe “real ale” y whiskey en exceso. Lewis suspira por los “fish and chips” que le cocina Mrs. Lewis los viernes. Morse es inteligente, curioso, con una gran cultura (estudió en Oxford, pero no terminó), mordaz, malhumorado, sarcástico y abusivo con Lewis a quien parece siempre estar “dando clase”. Y rompe muchas reglas. Más que un detective, un profesor. Y maestro en las técnicas dell «whodunnit».
Lewis es sencillo, pragmático, con los pies en la tierra, llano y directo en sus comentarios y muy atinado en sus corazonadas. En The Daughters of Cain el narrador escribe que Lewis (como si fuera real y no su personaje) está consciente de que él (Lewis) no había nacido “grande”, y que ojalá hubiera conocido el proverbio latino que dice que “la grandeza no es más que la suma de pequeñeces”, porque los comentarios, aparentemente triviales de Lewis son los que inducen las deducciones de Morse.
The Daughters of Cain como las otras novelas de Dexter está estructurada con un “prolegómeno”, los capítulos son introducidos por un epígrafe con citas de escritores relacionadas y termina con un epílogo.
En Las hijas de Caín los personajes principales son femeninos y están marcados por el signo del asesino, son “las hijas de Caín”: Julia Stevens, maestra, de 46 años, su empleada doméstica Brenda Brooks y su hija Eleanor, Ellie, un personaje enigmático y conmovedor que se irá transformando ante el asombro y embeleso de Morse.
En las novelas de Morse, hay profesores, investigadores, alumnos. En este caso el doctor Felix McClure, ya retirado de su cátedra de Historia Antigua del Wolsey College de Oxford, de 66 años, fue encontrado en su piso de Oxford, había sido apuñalado con un cuchillo (que no se encuentra) en el estómago. Durante su vida universitaria había vivido en el dormitorio de estudiantes y académicos del “House” (Oxford). Edward Brooks era el “scout” (encargado de la limpieza) quien aprovechaba su puesto para vender droga a los estudiantes. Cuando en el periodo “Michaelmas” (otoño), el estudiante Matthew Roadway es “rusticated”, (expulsado) por drogas, McClure obliga a Edward Brooks a renunciar, pero al mismo tiempo lo recomienda para trabajar como custodio en el Museo Pitt Rivers. Morse y Lewis descubren que el asesino había sido Brooks, pero luego éste aparecerá asesinado con un cuchillo robado del Museo de origen rodesiano. Aquí es donde Colin Dexter es soberbio, porque la muerte del sospechoso y el cuchillo que recién se había descubierto su desaparición, plantean un problema de cronología y nuevos sospechosos y nuevas teorías. Brooks parecía un hombre ordinario y sin mayor atractivo y al parecer el único hecho memorable en vida fue haber asesinado a un “don” (catedrático) de Oxford. Pero Brooks era un ser repulsivo que abusaba mental, verbal, física y sexualmente de su esposa y de su hijastra.
En el Epílogo al libro, el viernes 29 de octubre de 1994, la fiesta de San Simón y de San Judas, el narrador ofrece “notas marginales”, de los personajes de esta novela: Se dice lo que pasó con Brenda Brooks, se describe el funeral de Julia Stevens y se aclara dónde quedó su gato Giles; Janis Lawrence, la empleada de Museo que dio noticia del cuchillo robado estaba otra vez desempleada; Mrs. Lewis estaba satisfecha con la redecoración de su casa y con el juego de cinco cuchillos que su esposo le había regalado; el departamento del Dr. Felix McLure había sido remodelado para ponerlo a la venta. Morse, según el epílogo, tiene propósitos de bajar su consumo de nicotina y alcohol, pero, sobre todo, de continuar buscando a Ellie Smith, como un deber profesional de policía y como un deber necesario como hombre.
Los títulos de las 13 novelas publicadas, en inglés, son: Last Bus to Woodstock (1975), Last Seen Wearing (1976), The Silent World of Nicholas Quinn (1977), Service of All the Dead (1979), The Dead of Jericho (1981), The Riddle of the Third Mile (1983), The Secret of Annexe 3 (1986), The Wench is Dead (1989), The Jewel That Was Ours (1991), The Way Through the Woods (1992), The Daughters of Cain (1994),Death is Now My Neighbour (1996), The Remorseful Day (1999).
Se destaca el éxito de las series de televisión Morse, Lewis y Endeavor. Las trece novelas de Morse fueron adaptadas para la televisión. Posteriormente el autor escribió 20 guiones para un total de 33 episodios de dos horas de duración. Al fallecer John Thaw, el actor que personificó a Morse, la televisión británica produjo treinta episodios con Lewis como protagonista, ya promovido a Inspector en jefe. Recientemente apareció una nueva serie con Endeavour, el joven Morse, contando sus inicios como policía. (Morse nunca dice su nombre, “Endeavour”, “empeñarse, intento o esfuerzo”). Cada una de las investigaciones criminales de estas novelas y episodios de televisión, van dando detalles de las peculiares vidas de Morse y de Lewis y a través de toda la obra vamos teniendo retratos completos.
Colin Dexter. Stamford, Reino Unido, 1930-2017.
Colin Dexter. The Daughters of Cain. New York: Ballantine Books. 298 págs. 1995
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