Erlendur

Los libros de Arnaldur Indridason (Islandia, 1961) no son fáciles de leer, y menos de reseñar.  Y no porque dependemos de las traducciones del islandés en el que están escritos, sino porque los casos que investiga el Inspector Erlendur Sveinsson de la Policía Nacional de Reikiavik, provocan más angustia y frío que las erupciones volcánicas y el clima implacable donde se mueven él, sus colaboradores Elinborg y Sigurdur Óli, y su siempre atormentada hija Eva Lind.

Erlendur es un hombre triste, como el paisaje islandés*, el otro gran protagonista de estos thrillers.  Un hombre perseguido por el recuerdo de cuando siendo niño, no pudo sostener la mano de su hermano menor durante una tormenta de nieve, con una exesposa despechada que envenenó a sus hijos contra el padre ausente y con dos hijos amargados y drogadictos.

Los crímenes que se narran en los tres libros reseñados aquí, no son producto de la violencia de las mafias o de grupos criminales.  Son crímenes cometidos como consecuencia de una serie de circunstancias en la historia de las personas involucradas.  Para mostrar la cadena de sucesos y consecuencias que llevaron al crimen, la narración va intercalando el presente, con el pasado inmediato y con el pasado remoto, relacionándolos con momentos históricos, e involucrando leyendas islandesas. Y así, nosotros, los lectores, seguimos la línea en que se fue gestando el o los crímenes y sentimos cómo se va incrementando, el suspenso.

La imagen de la condición humana que los retratos psicológicos que el autor va desarrollando, y la descripción de crímenes tan abyectos como son la marginación y la violencia contra niños y mujeres, es tan inclemente como el paisaje islandés.   Sin embargo, a pesar del frío que nos producen, al final, el lector queda conectado, con un sentimiento de solidaridad, pensando que conoce un poco mejor la condición humana independientemente de la latitud en la que vivamos.

La serie de Erlendur comprende once thrillers y tres más como “Young Erlendur”.

 §   *Creo que no se puede entender cabalmente la lectura de los libros de Arnaldur Indridason sino se tienen presentes las peculiaridades de Islandia: una pequeña isla de 103 000 km2 al sur del Círculo Polar Ártico.  Un país con pocos habitantes (según el censo de 2016, su población era de 331 811 habitantes) que hace pensar que todos podrían estar relacionados de una manera u otra.  Clima muy frío; la misma palabra “Islandia”, en islandés, el idioma oficial, significa “tierra de hielo”.  Su capital es Reikiavik, la capital más septentrional del mundo, con una temperatura anual promedio de 5º C,  afectada por intensos vientos.  Un paisaje natural abierto, con escasa vegetación, montes y montañas de poca altura, con aproximadamente 200 volcanes, casi doce mil kilómetros de glaciares, lagos helados y cascadas y rodeada de costas con entrantes, fiordos y bahías.  Y la luz: desde fines de mayo hasta principios de agosto, hay 24 horas de luz solar en el norte de la isla y dos o tres horas de noche en Reikiavik. En invierno, apenas se ve la luz del día.

 

Mýrin.  “Jar City. A Reykjavík Thriller.” (2000)

En Jar City. A Reykjavík Thriller , en islandés Mýrin”, el trabajo policiaco de Erlendur y sus colaboradores se cuestionan temas como el de la investigación genética y el papel del DNA, las enfermedades hereditarias y los bancos de órganos para trasplantes, siendo Islandia un lugar propicio para tales investigaciones por ser un lugar pequeño y en cierta forma cerrado en sí mismo.

Erlendur y sus colaboradores, el detective Sigurdur Óil y la detective Elíngborg, investigan el asesinato de un hombre de 69 años llamado Holberg. Un hombre solitario, buen empleado, pero en cuyo departamento habían encontrado pornografía y la fotografía de la tumba de una niña con una nota misteriosa que resultó ser copia de un salmo. Descubren que cuarenta años atrás Holberg había sido acusado de violación y que de esta violación había nacido una niña, Audur, quien murió a los cuatro años a causa de una enfermedad del cerebro, que luego sabremos que es neurofibromatosis.  Erlendur solicita exhumar el cadáver de la niña y encuentran que no tiene cerebro.  Y que los detectives que llevaron el caso cuarenta años atrás, tal vez por misoginia, no habían investigado la denuncia de Kolburn, la mujer que Holberg había violado.

En la novela,  «Jar city», Genetic Reseach Center del Ministerio de Salud, es el centro donde se llevan a cabo dichas investigaciones además de ser un banco de órganos y el lugar donde se pretende obtener la historia genética de todos los habitantes de Islandia.

Arnaldur Indridason. Jar City. A Reykjavík Thriller. US: Martin’s Press. 2004. 289 págs.

 

Grafarþögn. “Silence of the grave. A Reykjavk Thriller” (2002)

«Una buena novela policiaca explica un país»…«Y a mí no me gusta embellecer nada», comentó Arnaldur Indridason en una entrevista publicada en 2009**, en ocasión de la aparición en español de su segunda novela de la serie de Erlendur. El título original en islandés Grafarþögn, en inglés “Silence of the grave”,  se tradujo en la edición en español como La mujer verde.

Las historias narradas en Silence of the grave van desde los años treinta hasta el presente (la investigación que se origina a partir del descubrimiento de unos huesos enterrados en un desarrollo inmobiliario reciente); el pasado inmediato (la historia de los propietarios e inquilinos de una antigua casa cercana al lugar donde se encontraron los huesos); el pasado remoto (la historia de la familia que vivió en esa casa).

El “Quarter Millenium” es un desarrollo inmobiliario de casas nuevas en las colinas de Grafarholt, uno de los suburbios de la ciudad de Reikiavik.  Un niño encontró en el jardín de su casa un hueso, los padres sospecharon que era un hueso humano  y llamaron a las autoridades. Erlendur y sus colaboradores no pudieron intervenir porque el enterramiento era antiguo y un grupo de arquéologos debía primero realizar las excavaciones. Erlendur notó unos arbustos de grosella roja y hace que sus colaboradores indaguen si años atrás hubo ahí una casa, casa que debió estar muy alejada de otras. También les pide que averigüen  quién o quiénes eran los dueños, y así encuentran a la familia que la rentó durante muchos años. Además del hecho de que muy cerca de esa casa estuvieron bases militares inglesas y americanas durante la Segunda Guerra Mundial.

«… En esa ocasión fueron las papas,  porque no estaban cocidas lo suficiente, o porque estaba sobrecocidas, o porque no estaban peladas, porque estaban mal peladas, o porque estaban cortadas a la mitad, o porque estaban rebanadas, o porque estaban fritas… podía ser cualquier cosa…  los ataques podían empezar por cualquier cosa….. había perdido toda esperanza de que las cosas mejoraran.

La historia más conmovedora de Silence of the grave, es la de una mujer, trágica desde su concepción en 1910. Madre soltera a los 22 años, se casó con otro hombre con el cual tuvo dos hijos, Simón y Tomás, más pequeños que su Mikkelina, seriamente discapacitada como consecuencia de una enfermedad.  Desde el inicio de su matrimonio el marido abusó de ella, física y emocionalmente, despiadadamente, llenando de terror a los tres hijos. Una mujer que con todas las adversidades posibles,  tuvo la bondad inmensa de criar a sus hijos con amor, con pocos momentos felices como el hecho de darles a sus hijos las grosellas que cultivaba; como cuando ya mayorcita, Mikkelina pronunció por primera vez una palabra, su nombre Emma; como cuando tuvo la amistad de un americano de la base militar.

«…Por fin, Erlendur había encontrado algo qué hablar con su hija. Había estado investigando en la Biblioteca Nacional, reuniendo información de periódicos y revistas que se publicaron en Reykjavík en 1910, el año en que el cometa Halley pasó por la Tierra con su cola supuestamente llena de cianuro … Le encantaba leer periodicos y revistas viejos… percibir la atmósfera de la época preservada en sus páginas crujientes, entonces, ahora y para siempre».

Otra historia es la de la joven Eva Lind quien embarazada de varios meses cae en coma como consecuencia de una sobredosis. Y la propia tragedia de su padre Erlendur, patéticamente sentado junto a su cama en el hospital, diciéndole a su  hija y diciéndose a sí mismo, lo que despierta nunca le pudo decir ni a ella ni a nadie.  Al mismo tiempo guiando a Elinborg y Sigurdur Óli en la búsqueda de los propietarios e inquilinos de la casa cercana al enterramiento, entre 1930 y 1980, quienes fueron encontrando otras historias que Erlendur no pudo dejar de indagar, entre ellos la de una novia embarazada perdida en 1940.

«…Ya había anochecido cuando se sentó junto a la cama de Eva Lind y comenzó a contarle sobre el descubrimiento del esqueleto en Grafarholt. Le contó cómo el arqueólogo demarcó pequeñas áreas … Le contó sobre los arbustos de grosellas y la extraña descripción de Róbert de una mujer encorvarda de verde. Le contó sobre Benjamín Knudsen y sobre su prometida, que desapareció un día, y le contó sobre Höskuldur, que había alquilado la casita durante la guerra, y sobre la mención de Benjamín de la mujer que vivía en la colina y que había sido concebida. en el tanque de gasolina la noche en que todos pensaron que el mundo sería destruido … Fue el año en que Mark Twain murió …»

**https://elpais.com/diario/2009/03/07/cultura/1236380404_850215.html

Arnaldur Indridason. Silence of the grave. A Reykjavk Thriller. US: Picador. 2007. 293 págs. 

Röddin, “La voz”.  (2003)

Este libro lo leí en la traducción del islandés al español publicada en 2013.

¿Qué le sucede a un padre que puso  sus energías y la esperanza de su futuro en el éxito de su hijo, cuando desaparece el talento del hijo siendo todavía ún niño? Peor, ¿qué le sucede al hijo de ese padre fatalmente decepcionado de su hijo, aún niño?  Röddin, “La voz” cuenta la historia de un hombre que de niño tuvo una voz maravillosa y que los últimos veinte años de su vida vivió en un cuartucho prestado en el sótano de un hotel de Reikiavik donde trabajaba como portero.

Cinco días antes de la Navidad, se vestía de Papá Noel y así lo encontraron vestido, sobre la cama de su cuartucho, con los pantalones bajados, un condón en su miembro, una herida fatal en el corazón y muchas más en el cuerpo y manos, “como si hubiera intentado defenderse”. En una mesita junto a la cama un libro sobre la historia del coro de los niños de Viena y en la pared un viejo cartel de una película de Shirley Temple. Una joven recamarera, Ösp, era quien lo había encontrado.

El gerente del hotel les informó que se llamaba Gudlaugur, Gulli, pero no sabía nada más de él, sólo que tenía un padre y una hermana mayor.  Nadie más en el hotel pudo decirle algo de él.

Erlendur se hospeda en el hotel, Eva Lind lo visita y parece que cualquier motivo es bueno para discutirle. Erlendur interroga a empleados y huéspedes, sigue las rutinas de trabajo, mientras  Elinborg y Sigurdur Óli investigan.

Una nota encontrada en la habitación de Gudlaugur tenía la anotación “Henry 18:30”.  En el hotel había dos huéspedes con el nombre de Henry, uno de ellos un coleccionista de discos. Y además «…—Sabemos que en el cuchitril de Gudlaugur había medio millón —continuó Erlendur».

Arnaldur Indridason. Reykjavik, Islandia, 1961.

Arnaldur Indridason. La voz (Erlendur Sveinsson). Barcelona: RBA Libros. 2013. Kindle Edition.