Rocco Schiavone
Las novelas del “vicequestore” Rocco Schiavone son muy divertidas, a pesar de su tragedia personal y de los crímenes que investiga. Su creador, el escritor romano Antonio Manzini (1964), lo ha dotado de un gran talento para hacer muy agudas observaciones y comparaciones. Rocco es mordaz, irónico y relajado en relación con la «legalidad».
Según Wikipedia, al día de hoy la serie de Rocco Schiavone se compone de once novelas que, espero, iré reseñando según se vayan traduciendo del italiano.
La serie empieza cuando Rocco Schiavone llega procedente de la comisaría Cristóbal Colón de Roma a Aosta, como “vicequestore” o subjefe de la jefatura de policía de esa pequeña ciudad en el noroeste de Italia, en los Alpes italianos. Había nacido en el barrio del Trastévere en Roma en los años sesenta y tal vez por eso él y sus amigos Sebastiano, Brizio y Furio, tienen algo (o mucho) de pillos. Para Rocco es una oportunidad poder hacerse de dinero extra, no siempre sigue las reglas, y dice odiar Aosta, las montañas, el clima, la nieve y las pistas de esquí.
También dice, o repite, que no puede empezar su día si no se fuma, ya en su oficina, un cigarro de marihuana, que no le quita lo irascible, intolerante y sarcástico. Cataloga a sus subordinados y sospechosos según la imagen de algún animal de su bestiario mental y clasifica los problemas a los que se enfrenta según la intensidad de un «dolor de culo» en una escala de seis a diez . No se porta bien con Nora o Ana “con las que intercambia fluidos corporales”, pues adora a su Marina, «Pasado mañana es el cumpleaños de Marina. Que nació justo a medianoche. Por poco no fue el 21. Pero, para mí, Marina y la primavera siempre han sido una misma cosa».
Pista negra
Pista negra, Pista nera (2013) narra el primer caso del subjefe Rocco Schiavone en Aosta.
Un jueves el agente de policía Deruta –Cien kilos de inútil masa corporal, en pugna con D’Intino por alzarse con el título al más idiota de la jefatura- lo llama temprano a su casa y le informa que una de las máquinas para limpiar la nieve de la estación de Champoluc, había tropezado con el cuerpo de un hombre.
Rocco Schiavone que ya tenía cuatro meses en Aosta y que lo único que conocía era su piso, la jefatura, la fiscalía y la Trattoria degli Artisti Pam Pam, llega malhumorado por el frío y la nieve a la estación de esquí. “Un dolor en el culo de décimo grado” se dice al darse cuenta que no es un accidente, sino un asesinato.
El muerto se llamaba Leo Micciche y tenía un pañuelo ensangrentado atorado en la garganta. Descubrirá que es siciliano, que está casado con Luisa Pec, una joven del pueblo de la montaña, que está embarazada, que entre los dos poseen un pequeño hotel para los turistas esquiadores, que están muy endeudados, y además que Luisa se ve con su exnovio Omar Borghetti, jefe de los profesores de esquí. En el pueblo de la montaña todos se conocen y se relacionan por la estación de esquí, instructores, limpiadores de las pistas, Luisa, su marido y su exnovio. Hay deudas e infidelidades, o sea, que el dinero y el amor parecían ser como siempre los motivos más comunes de los crímenes.
Antonio Manzini. Pista negra. Barcelona: Ediciones Salamandra. 2015. 251 págs. Kindle Edition.
La costilla de Adán
«Cuando Irina Oligova entró al departamento de Patrizio y Ester Baudo en la via Brocherel de Aosta, el departamento que limpiaba tres veces a la semana, estaba pensando en su relación con Ahmed, en que ella era una ortodoxa de Lituania y Ahmed un musulmán de Egipto; y que además estaba Helmi, el hijo de Ahmed, que a sus dieciocho años era un desastre. El estado en el que estaba el departamento la sacó de sus pensamientos, se extrañó del desorden y cuando llamó a la señora Ester y no obtuvo respuesta, salió corriendo aterrada.»
El segundo caso de Rocco Schiavone narrado en La costilla de Adán, La costola di Adamo (2014) comienza el viernes 16 de marzo. Rocco se había despertado de mal humor y con frío. Había seguido el mismo ritual de cada día: ducha, cápsula de expreso de máquina, afeitado, «pantalones de pana marrón, camiseta interior —de algodón por dentro y lana por fuera—, calcetines de mezcla de lana, camisa de franela a cuadros, jersey fino de cachemira con cuello de pico, chaqueta de pana verde y sus inseparables Clarks», el noveno par en sus seis meses en Aosta. Fue a desayunar al bar de la plaza y ya en su oficina, sentado frente al escritorio, se fumó el cigarro de marihuana de cada mañana, y como cada mañana «…había hecho todo lo posible por no encontrarse con el agente D’Intino, a quien le tenía más ojeriza que al inhóspito clima valdostano.»
A las 10:10 de la mañana entró a su oficina la inspectora Caterina Rispoli para informarle que parecía que estaban vendiendo drogas en uno de los parques de la ciudad, denuncia que le dio el pretexto para deshacerse por unos días de los, en su opinión, muy cretinos e ineptos oficiales D’Intino y Michele Deruta y mandarlos a vigilar día y noche el parque.
Luego entró Italo Perron para avisarle de un probable asalto en un departamento residencial perteneciente a un matrimonio de apellido Baudo y juntos salen de la jefatura. Ya en el departamento de los Baudo revisan el departamento; al abrir una de las puertas se encontraron con una habitación a oscuras, buscan el interruptor y al pulsarlo se provocó un corto circuito, a tientas llegaron a la ventana y recorrieron las cortinas. En el centro de la habitación, colgada de la lámapara estaba una mujer, Ester Baudo. ¿Robo? ¿Suicidio? ¿Asesinato? “Un dolor en el culo de décimo grado”.
Rocco y su equipo investigan a Irina, a Ahmed y al joven Helmi quien les dio varias sorpresas. también al marido, Patrizio, y a la única amiga de Ester llamada Adalgisa Verratti. Pero Rocco sentía que había algo que no encajaba, algo que se le estaba olvidando, un detalle que se le escapaba, que estaba oculto en su mente.
«Cuando todo se esclareció, fue como recibir un golpe en el plexo solar, fuerte y potente, de esos que te quitan la respiración y te dejan con las piernas flojas. Tenía que ir corriendo a la jefatura. —Era demasiado fácil —dijo, abriendo la puerta del bar—. Era todo demasiado fácil. ¡Joder, joder, joder!… el ojo había registrado algo que la mente tardó unos pocos segundos en comprender.»
Rocco se había dado cuenta que había sido usado y manipulado en «un juego que pasó de la imaginación a la vida real.»
Antonio Manzini. La costilla de Adán. Barcelona: Ediciones Salamandra. 2016. 284 págs. Kindle Edition.
Una primavera de perros
En Una primavera de perros, Non è stagione (2015) Rocco y su equipo llevan dos investigaciones paralelas, la la muerte de dos pillos, la del rumano Carlos Figus y el italiano Carlo Figus, en un accidente de coche, y la desaparición de la joven Chiara Berguet. Habrá dos asesinatos, el del tío Marcello y el de Adele, la esposa de su querido amigo de la infancia Sebastiano, que quiso darle susto a su esposo.
«A Chiara le costaba respirar… Llevaba horas sin moverse… Tenía que ser un garaje o un almacén abandonado… Empezaba a recordar. La noche anterior. Había salido con Max, su novio, y Giovanna.. Alberto, el primo de Max, había ido desde Turín… Sonia, Paola, Giovanna: las más guapas del colegio eran las más inseguras. Ella no. Chiara era fuerte. ., eran alguien en Aosta. Chiara Berguet era una líder… Faltaban seis días para su cumpleaños. Diecinueve.»
El arquitecto Pietro Bucci Rivolta, a quien había conocido en casa de Nora, se había presentado en la jefatura con su hija Giovanna quien le dice estar segura de que algo le había pasado a su amiga Chiara. Rocco acude a la casa de la joven y encuentra reunidos a sus padres, Pietro y Giuliana Berguet, con el vicepresidente de la empresa, Cristiano Cerruti, y con el hermano de Pietro, Marcello, quien era maestro en la escuela de Chiara. A pesar del ambiente, todos niegan que Chiara esté desaparecida y le piden los deje en paz. El padre es dueño de una empresa constructora de nombre Edil.ber, exitosa, con buenos contratos, pero con falta de liquidez. Rocco irá descubriendo cómo la usura de los préstamos bancarios y la avaricia de una mafia financiera, corrompen y no tienen límites. Y como en todo pueblo pequeño, otra vez, todos parecen estar relacionados.
«—Seba, soy Rocco. —¡ No me digas! Lo pone en la pantalla. —Su amigo tenía voz ronca, ausente y triste. —Tengo malas noticias. —¿ Qué pasa? —¿ Has hablado con Furio? —Sí, ¿por qué lo preguntas? ¿Te ha contado que Adele ha desaparecido? —No ha desaparecido. —¿ Sabes dónde está? —Sí, lo sé. Había venido a mi casa. —Seba se quedó callado—. ¿Seba? ¿Me oyes? —¿ Había? ¿Cómo que había? ¿Adónde ha ido? —Esta noche. Le han disparado. Ha muerto, Seba.»
Antonio Manzini. Una primavera de perros. Barcelona: Ediciones Salamandra. 2016. 253 págs. Kindle Edition.
Sol de mayo
En Sol de mayo, Era di maggio (2015), el subjefe Rocco Schiavone sigue en Aosta, pero no en su piso, alguien que lo quería muerto había entrado a su piso y en vez de matarlo a él, había asesinado a Adele, la esposa de su amigo Sebastiano.
“Llevaba tres días sin salir. Tres días sin encender el móvil, sin pisar la comisaría ni ver a sus compañeros de trabajo, sin ir a desayunar a la piazza Chanoux, sin fumarse un porro ni quedar con Anna. Quitando los paseos con Loba para que ésta hiciera pipí, permanecía atrincherado en su cuarto de la pensión Vieux Aosta, mirando alternativamente el televisor y el techo, que a menudo resultaba mucho más interesante que el primero…”
Rocco sigue dos noticias en el periódico:
“LA SOMBRA DE LA ’NDRANGHETA TRAS LOS EXTORSIONADORES DE AOSTA. Prestaban dinero a empresarios y particulares con unos intereses desorbitados, para más tarde apoderarse de parte de sus bienes y cuentas bancarias. Ésta era la actividad de Domenico Cuntrera, oriundo de Soverato, con antecedentes penales, al que la policía ha arrestado gracias a las investigaciones sobre el homicidio de Cristiano Cerruti, mano derecha del constructor Pietro Berguet, presidente de Edil.ber.”
“SIGUEN SIN IDENTIFICAR AL ASESINO DE LA CALLE PIAVE. Todavía no se ha puesto nombre ni rostro al hombre que la noche del jueves pasado entró en el piso del subjefe Rocco Schiavone, en la calle Piave, y mató de ocho disparos a Adele Talamonti, romana de treinta y nueve años, amiga y confidente del subjefe. Según las últimas revelaciones, la víctima se encontraba en Aosta de visita amistosa.
Sol de mayo es la cuarta novela con el subjefe Rocco Schiavone quien continúa la investigación de los implicados en la captura de la joven Chiara Berguet y la extorsión a su padre, el dueño de la compañía Edil.ber, y busca al asesino de Adele, antes que éste intente nuevamente matarlo.
Descubre que Laura Turini, la directora de la Caja de Ahorros del Valle. “¿Se acuerda? Le prestaba dinero a Ediil.ber, de Pietro Berguet. El banco le cerró el grifo a la constructora y entonces Berguet le pidió un préstamo a Cuntrera, o sea, a la ’Ndrangheta, y el amigo este quiso hacerse con el poder y arrebatarle toda la empresa.” Ingresa infiltrado unos días al penal de Vallardo para investigar la muerte de Cuntrera, gracias a lo cual el equipo de Investigaciones Especiales llevarn a cabo arrestos espectaculares de todos personajes coludidos con licitaciones y bienes inmuebles.
En Roma Rocco busca contactos, pide ayuda, se reúne con sus amigos “poco recomendables” que lo llevan al asesinato de dos delincuentes, Corrado Pizzuti, asesinado en esos días, y Enzo Baiocchi.
«Seba fulminó con la mirada a Furio, que por toda respuesta le enseñó el dedo. —¿Y qué has sabido? —Enzo Baiocchi. Brizio y Furio pegaron un bote en la silla. Sebastiano, en cambio, permaneció impasible. —Se fugó hace quince días de la prisión de Velletri. Y luego mató a Corrado Pizzuti. —¿Corrado? ¿No era el que hace años conducía el coche? —preguntó Brizio…»
«…— Se llama Enzo Baiocchi . Es un criminal fugado de la prisión de Velletri . — ¿ Y por qué te la tiene jurada ? — Siete de julio de 2007 . Mi mujer y yo habíamos salido a tomar un helado . Yo había perdido una apuesta , una tontería , un juego que solíamos hacer . Cuando volvimos al coche , se nos acercó, Corrado Pizzuti al volante y a su lado Luigi Baiocchi , el hermano de Enzo. Apenas me dio tiempo a darme la vuelta . Baiocchi tenía la pistola en la mano . Disparó dos veces . Yo me agaché por instinto . Marina no . Ella no se agachó . El primer tiro le atravesó la garganta y el segundo le entró por la sien izquierda . Ni siquiera tuvo tiempo de comprender lo que . . . — La voz se le quedó trabada . Cerró los ojos y se mordió los labios.”
Antonio.Manzini. Sol de mayo. Barcelona: Ediciones Salamandra. 2017. 352 págs. Kindle Edition.
7-7-2007
La trama de 7-7-2007 (2016) se desarrolla entre el verano de 2013 en Aosta, y el verano de 2007 en Roma.
Rocco lleva ya diez meses trabajando en la jefatura de Aosta. Se ha mudado a un nuevo piso en la via Croix de Ville después de que en el anterior, el de la calle Piave, habían asesinado a Adele Talamontini con unas balas dirigidas a él.
Andrea Costa, el jefe superior de la jefatura y el juez Baldi lo interrogan sobre los sucesos del asesinato, «…Hablemos del caso de la calle Piave. Según me ha contado su señoría aquí presente, usted conoce la identidad del asesino y el móvil…, sabemos que va a menudo a Roma…»
Rocco les informa que el asesino de Adele se llamaba Enzo Baiocchi, y así Rocco empieza su relato de un verano de 2007 en Roma, tenía cuarenta y un años, era subjefe de la brigada móvil, investigaba la muerte de dos jóvenes que lo llevaron a dirigir una operación exitosa en la que se requisó un cargamento de heroína, lo que provocó el atentado en que Luigi Baiocchi, mató a su esposa Marina.
Las cosas bellas están pensadas para quienes ya llevan la belleza dentro. Creo que a mí me la extirparon para siempre. —¿Te has dado cuenta, Loba? Estamos tú y yo solos. Te guste o no… —Bosteza, mueve la cola y me mira. Revivirlo todo me ha hecho daño, un daño terrible.
Antonio.Manzini. 7-7-2007. Barcelona: Ediciones Salamandra. 2017. 352 págs. Kindle Edition.
Antonio Manzini. Polvo y sombra. Barcelona: Ediciones Salamandra. 2020. 379 págs. Kindle Edition.
Antonio Manzini. Italia. 1964.
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