Andrey Kurkov (Leningrado, USSR, 1961) ha vivido en Ucrania desde que tenía dos años. Es el escritor más famoso de Ucrania, su obra se ha traducido a más de 30 idiomas. Kurkov escribe en ruso (ficción) y en ucraniano (no ficción)*. Las historias de sus novelas se caracterizan por su humor negro, toques surrealistas, situaciones inverosímiles en contextos históricos, y por el suspenso.
Las reseñas de este libro señalan las similitudes entre las condiciones históricas de sus libros y lo que se viven desde la invasión de 2022 por Vladimir Putin. Ver al final mapa y apuntes sobre el contexto histórico.
The Silver Bone (2020)
El título The Silver Bone (2020) en ruso es Samson i Nadezhda (2024). Cuenta la historia de Samson Kolecho un joven ucraniano convertido en detective en el nuevo orden impuesto por los bolcheviques.
En la primavera del año 1919, los habitantes de la ciudad de Kiev vivián en un ambiente agitado, confuso, violento, muy ruidoso. Samson irá nombrando las calles que recorre y las gentes con las que se iba topando: los cosacos rusos, los bolcheviques, los chekists (miembros de la policía secreta soviética “Checa”), los Whites (opuestos a los bolcheviques), las brigadas de chinos (que durante el zarismo fueron constructores de ferrocarriles y con la invasión bolchevique fueron llevados a Kiev), y con ucranianos nacionalistas**.
El ambiente de Kiev que se describe en este libro tiene mucho de auditivo, casi podemos escuchar la lluvia que cae, el ruido de carruajes y taxis tirados por caballos y los tranvías que transitaban sobre las calles adoquinadas. El ruido de las balas y el barullo de las cafeterías que servían sopa de trigo a cambio de vales. El tronido que hacían las plantas de luz y los generadores antes de la oscuridad. Leeremos que Samson empezó a escuchar doblemente.
On Tuesday, March 11, 1919, his life as he knew it was over. Este día Samson Kolecho, estudiante de ingeniería y eléctrica, y su padre fueron atacados por cosacos rusos. Su padre murió y a él le cortaron la oreja derecha. Samson recogió su oreja, la metió dentro de una latita de dulces franceses Montpensier que guardó en un cajón en el escritorio de su padre. Cuando dos soldados que dijeron pertenecer al Ejército Rojo irrumpieron en su casa con una orden firmada para que ambos fueran hospedados y alimentados por el dueño de la casa, Samson descubrió que podía escuchar a través de esa oreja de forma remota.
“Anton and Fyodor, were bringing out his father’s desk. “Citizen, your desk has been requisitioned” Where are you taking it?” “To the police station on Tarasivska.” Anton y Fyodor eran más pillos que soldados. Robaron, entre otras cosas el escritorio del padre. Samson acudió a la comisaría de policía comunista. El camarada Nayden le mostró un escritorio que resultó ser el suyo, los pillos habían sido detenidos con el escritorio y otros bultos con objetos robados. El comandante le ordenó escribir con detalle la denuncia del robo. Uno de los ayudantes le proporcionó papel usado por el gobierno depuesto con una parte de las hojas limpias. El comandante se asombró del orden y claridad de su denuncia, él necesitaba a alguien que supiera realizar reportes oficiales. Sin más trámite lo designó oficial de la comisaría y a su escritorio como su lugar de trabajo. Le dio vales para su uniforme y pistola y vales de comida en las cafeterías bolcheviques. “—the ear that now lay here, in this office, in the upper left-hand drawer of his father’s desk”.
Para evitar que volvieran a enviarle a alguien a vivir en su casa, la portera le recomendó a la joven Natasha quien se mudó con Samson. Natasha y su trabajo son fascinantes:
“Our work is extremely predictable! Everything’s based on mathematics.” “This isn’t a simple census of the population, like under the tsar… We’ve also measured every home and factory, every flat, every public building…—So how many of us are there in Kyiv, in total? Over five hundred thousand!” Nadezhda responded”. “Without the Chinese serving in the Red Army,” “Who makes up the largest share, by nationality?” her mother asked. “Russians. Then Ukrainians. And the Jewish population is about twenty percent.” “Are there many Germans?” Samson asked thoughtfully”. “Three thousand four hundred,” “We didn’t ask about professions. Only nationality, age, and literacy.” 300 franceses. “Maybe they just called themselves French, to set themselves apart, when in fact they’re Little Russians or Crimean Karaites?”
“…what surprises me most is that we seem to have smart streets in town as well as stupid streets.” “It appears that literate people like to settle near others of their kind, and it’s the same with the illiterate. That’s how we get educated streets and stupid ones.”
En la comisaría Samsom empezó a investigar denuncias de bienes robados mostrando aptitud para ordenar según la pertinencia de los datos. Se sentía confuso, pasaba por alto datos importantes, necesitaba estudiar, tomar cursos. Nadezhda le sugirió que escribiera todo, como lo hacían en el censo.
Samson inspeccionó los bultos de objetos robados. Se interesó por unos patrones hechos en papel, con las anotaciones del sastre, para confeccionar un traje de rayas marrón y negro, de tamaño curioso y con bolsas ocultas. Samsom investigó hasta encontrar al sastre. Entre entretenidas experiencias y varios asesinatos fue develando una conspiración que involucraba a un sastre y a un misterioso extranjero. En el sótano de la casa del sastre encontró, entre otros, un objeto de plata brillante, largo y redondeado, con una especie de nudo en el extremo envuelto en piel de cerdo. Luego sabría que era la réplica en plata de un hueso de fémur por lo que preguntó a médicos especialistas:
“Exquisite work,” Vera Ignatyevna thought aloud. “More lapidary than a jeweler’s. The collum femoris is in perfect proportion to the rest. I can’t even guess the purpose for such an ideal copy…” “There’s a chatty surgeon at the Jewish hospital, a bit of a laughingstock. One of my patients told me this fellow’s in the habit of saying that if bones were made of silver, they’d neither hurt nor break.”
La oreja remota de Samson lo hacía escuchar cosas que le ayudaban a resolver los enigmas que se le presentan.
“Two ears, two silences. The end. But to be continued”.
El autor ha anunciado que publicará otras dos novelas de misterios en Kiev.
Serye pchely. Grey Bees. Abejas grises (2018)
Abejas grises es una historia increíble que se desarrolla en el contexto del conflicto actual ucranio-ruso. Sergey Sergeyich es un personaje entrañable.
Sergey Sergeyich es un apicultor, abejero, colmenero, mucho más preciso un “bee keeper”, un amoroso cuidador de abejas. Vivía solo en su cabaña de la “Pequeña Starhorodivka”. Un poblado ucraniano que por la guerra quedó ubicado a ocho kilómetros de los rusos y a cinco kilómetros de los ucranianos, en medio de la región de Donbas, en una zona gris entre Ucrania y Rusia, disputada por ucranianos, ucranianos separatistas prorrusos y rusos. Todos los habitantes de la Pequeña Starhorodivka habían ido abandonando sus casas por la guerra. Solamente habían quedado dos personas, él y Pashka Khmelenko.
Sergey Sergeyich es ucraniano, tiene cuarenta y nueve años, por su trabajo de inspector de seguridad en minas, había enfermado de silicosis y fue jubilado a los cuarenta y dos años. Está divorciado de Vitalina y es padre de Angélica quienes, tres años antes se habían marchado a Vinnytsia, en Ucrania.
La vida de Sergey Sergeyich giraba en torno a sus abejas, que le proporcionaban miel y cera, licor, remedios para cualquier lesión o dolor y siempre lo llenaban de confort. Cuando se sentía enfermo, o se había lastimado, le bastaba dormir una noche en un fino colchón relleno de paja sobre sus seis colmenas.
Es invierno. La descripción del invierno es impactante. Sergey Sergevich tenía mucho tiempo, mucha paciencia y mucho carbón, podía durar hasta la primavera. El tiempo era todo suyo y lo sería por el resto de su vida. Su vida y la de sus abejas se habían unido en un todo único, con más significados que el trabajo.
Sergeyich se sentía el representante de los intereses de las abejas. Las abejas tenían sólo un interés, colectar el néctar y el polen. Y él recolectaba la cera y el polen de abeja. Conocía las reglas internas de las abejas, las relaciones entre las abejas obreras y los zánganos, le preocupaba la muerte de una reina, aunque sabía que las reinas vivían, se reproducían y morían cuando su naturaleza lo ordenaba. Vigilaba su salud, expulsaba y exterminaba a las avispas. Con los raspadores de metal destapaba el panal para extraer la miel y verterla en frascos. Debía de extraer la miel, si no las abejas pensarían que tenían todo lo que necesitaban y no tendrían motivo para volar y trabajar.
Hacia el fin del invierno Sergeyich supo que era el momento de partir, lejos del estruendo de la guerra, ir a un lugar donde sus abejas pudieran volar. Recordó a Akhtem, un tártaro musulmán de Crimea que había conocido en la convención de apicultores en Sviatohirsk. Iría a Crimea.
Su Lada era viejo pero espacioso. Guardó en una bolsa de lona tres suéteres, dos pares de pantalones, un par de botas de goma, un montón de calcetines, de lana y para verano, una bufanda, una chaqueta de pesca y sus dos libros, su Nikolai Ostrovsky* con algunos dólares que tenía entre sus hojas, y su La Guerra y la paz con sus jrivinias**. En la parte trasera del automóvil colocó tres bidones con gasolina, su tienda de campaña, su saco de dormir. Acomodó una docena de tarros de miel y fajos de velas de cera, su miel era mejor que el dinero, siempre mantenía su valor.
Fijó su remolque a la parte trasera de su Lada, encima colocó una plataforma. Sobre ella fue colocando una por una sus seis colmenas después de que había tapado todos los orificios para que las abejas no se dispersaran por el camino. Cubrió las colmenas con una lona para protegerlas de la lluvia y las amarró fuertemente. Antes de salir de la Pequeña Starhorodivk, Sergeyich pasó a la cabaña de Pashka, le encargó su cabaña, se despidió de él y fue saliendo lentamente del poblado arrastrando su remolque con sus seis colmenas.
El viaje de Sergeyich con sus abejas hasta la región de Crimea ofrece un panorama de una parte de la realidad actual de Ucrania. Atravesó muchos puestos de control, rusos, ucranianos, pro-rusos. Mostraba su pasaporte y explicaba que llevaba a sus abejas fuera de la Zona Gris donde vivía, que tenía que buscar para ellas los prados y las flores. Trasmitía su amor por el zumbido de las abejas que trabajaban para él y a él solo le pedían amor y cuidado.
Pensaba que si no fuera por las abejas, no habría viajado a ninguna parte. Pero las abejas no entendían la guerra, no podían pasar de la paz a la guerra como lo hacía la gente, que ellas sólo podían hacer lo que la naturaleza y Dios le había encomendado, “tenía que conducirlas a donde todo estaba tranquilo, donde el aire se iba llenando poco a poco con la dulzura de las hierbas en flor, donde el coro de estas hierbas pronto sería sostenido por el coro de los cerezos, manzanos y albaricoques en flor”.
Cuando se cansaba de manejar o cuando ya iba a anochecer, paraba su Lada al lado de algún camino, en el campo montaba su tienda de campaña, extendía su saco de dormir y encendía una fogata para hervir agua y prepararse un té.
Así Sergeyich fue recorriendo los caminos, pasando los puestos de control, buscando donde descansar y cambiando su miel por alimentos. Los interesantes incidentes que tuvo durante su viaje se resolvieron bien, él era sólo un amante de las abejas buscando lo mejor para ellas. En Crimea, en las afueras de Kuybyshevo, la aldea de su amigo tártaro, montó su tienda de campaña y abrió las puertas de las colmenas.
Al final del verano, Sergeyich volvió a cargar su Lada para emprender el retorno a su querida Pequeña Starhorodivk. Antes de llegar, un sueño le hizo revisar sus colmenas, los rusos de Crimea habían alterado una de sus colmenas.
Sergevich sabía que, como sus abejas, él pronto retomaría las rutinas que marcaban el ritmo de su vida.
*Nikolái Ostrovski (Viliya, Imperio ruso 1904 – 1936). Autor de Así se templó el acero.
** Jrivinias, moneda de Ucrania.
The Milkman in the Night (2008) ,
En Ночной молочник, The Milkman in the Night (2008) , hay asesinatos, robos, persecuciones, conspiraciones. Un muy buen thriller absurdo, surrealista, con una ficción muy “negra”.
La trama de la novela se basa en situaciones absurdas e imposibles que ocurren en 2008 en la ciudad ucraniana de Kiev y en sus alrededores. Lo absurdo e imposible de la trama contrasta con la forma ordenada de la estructura de la novela que sitúan al lector en lugares reales y tiempos precisos, y con el ritmo pausado, serio e irónico que se logra captar a través de la traducción de la narración del ruso al inglés. Se ha escrito que Kurkov crea sus personajes, con ingenio y originalidad para presentar a través de ellos retratos psicológicos de la realidad social y política actual de los ucranianos.
Kurkov cuenta tres historias, pero, advierte, las historias tienen principio, pero no hay forma de terminarlas porque cada una da origen a docenas de historias separadas, cada una con su propia continuación, hasta encontrarse entre ellas.
A las cuatro de la mañana de una madrugada de invierno, a mediados de enero, Irina, en el pueblo de Lipovka, a cincuenta y un kilómetros al oeste de Kiev, se prepara para tomar el transporte público que la llevará a Kiev para vender su leche materna. En el aeropuerto de Boryspil, Shamil, el perro pastor entrenado para detectar droga, ladra ante una maleta, Dima el oficial responsable, le avisa a los maleteros Boris y Zhenya que la sustraigan. En una de las calles céntricas de Kiev el farmacéutico Eduard Ivanovich Zarvazin es asesinado y cerca de ahí, Veronika nota que su esposo Semyon había salido durante la noche.
Irina vive con su hija recién nacida y con su madre en una pequeña casa del pueblo de Lipovka. En Kiev, el edificio donde vende su leche está ubicado frente al Parque Marinski, en el centro de Kiev, sitio del Parlamento y la Plaza de la Constitución, en la parte noreste del río Dnieper que cruza la ciudad. Irina conoce a Erik, uno de los guardias nocturnos del Parque.
Dmitry Kovalenko, Dima, y su esposa Valya, viven en la pequeña ciudad de Boryspil, donde se ubica el principal aeropuerto internacional de Ucrania. Dima y Valya son un matrimonio joven, les gusta salir a comer «pelmenis» (especie de ravioli con diferentes rellenos) y beber vodka preparado en casa. Los maleteros Boris y Zhenya le entregan a Dima su parte de las ampolletas que encontraron en la maleta robada y Dima va vertiendo el líquido de las ampolletas que le tocaron en el plato de Fluffy, el gato de su esposa Valya.
Semyon vive en el departamento 10 de la calle Reitarska, en Kiev. Vive con su esposa Veronika y trabaja como guardaespaldas para el diputado Gennady Ilyich. Una de sus tareas diarias es recoger los recipientes de leche en el edificio frente al Parque Marinski y llevarlos al orfanatorio que protege el diputado. Veronika se queja con su nueva amiga Darya Ivanovna, la viuda del farmacéutico asesinado, que su esposo sale en las noches, sin sospechar que el psiquiatra Pyotr Isaevich le había diagnosticado sonambulismo. El farmacéutico asesinado había inventado y elaborado una especie de elíxir milagroso llamado “Anti-Wimp” enfrascado en las ampolletas de la maleta que Dilma y los maleteros robaron.
Tráfico de leche materna, sonámbulos, viudas que “plastilinan” a sus maridos muertos, drogas misteriosas, un súper gato, orfanatorios que fabrican queso, un cura ortodoxo que exorciza casas, una asociación de psiquiatras y farmacéuticos que retan al gobierno postsoviético con un nuevo partido político y una red de compadrazgos.
Y mucho más de la vida diaria de las personas, en un país que dejó de pertenecer a la extinta Unión Soviética y que actualmente enfrenta uno de los mayores retos en su historia.
ETIQUETAS: DETECTIVE. CONTEXTO HISTÓRICO. GUERRA. HUMOR. ABEJAS.
Andrey Kurkov. The Silver Bone: A Novel (The Kyiv Mysteries, 1). HarperVia. 2024. 304 p. Kindle.
Andrey Kurkov. Grey Bees. Texas: Deep Vellum Publishing. 2018. 378p. Kindle Ed.
—Abejas grises. España: Alfaguara. 2022. 390p. Kindle Ed.
Andrey Kurkov. The Milkman in the Night. Great Britain: Harvill Secker. 2011. 474 págs.
*La brecha lingüística entre el uso de la lengua rusa y el ucraniano en Ucrania se ha agrandado desde la invasión rusa de 2022. En 2012 alrededor del 40% de los ucranianos consideraban el ruso como su lengua materna; para 2022 solo el 12%. Durante el Hetmanato cosaco (1648-1775) el “lenguaje simple” ucraniano comenzó a escribirse y a ser usado en documentos oficiales, hoy es la lengua ucraniana moderna.
**La historia de Ucrania es muy compleja y está íntimamente relacionada con Rusia y Polonia. Su origen se remonta al año 882 cuando una federación de tribus eslavas orientales estableció el “Rus de Kiev”. En los siglos siguientes su territorio fue invadido y dominado por Polonia y Rusia principalmente. (La Revolución Rusa de 1917 puso fin a la dinastía de los Romanov. Se sucedió la desintegración del imperio ruso, la Revolución de Octubre o Revolución bolchevique, la creación de la Rusia Soviética). El 20 de noviembre de 1917 se proclamó la República Ucraniana y se estableció en Kiev la Rada Central Ucraniana, que fue depuesta por tropas germanas. En febrero de 1919 los bolcheviques tomaron la ciudad de Kiev. La República Soviética Socialista de Ucrania logró su independencia en 1991 e inició un proceso de “descomunización”. En 2013 surgió el movimiento independentista nacionalista llamado Euromaidán. Un año después, en 2014, la Federación Rusa ocupó y se anexó la Península de Crimea. En la parte oriental del país, en la región de Dombás, estalló un conflicto bélico entre ucranianos y fuerzas separatistas prorrusas. El 24 de febrero de 2022 los ejércitos rusos invadieron Ucrania. La guerra continúa. Ha cobrado decena de miles de muertos, heridos, prisioneros de guerra y cientos de miles de refugiados.
Comentarios