Rania Bakara

Rania Bakara, una joven mujer policía, en Palestina, es la protagonista de Murder Under the Bridge (A Palestine Mystery ) (2015) y Murder Under the Fig Tree (2017, de la escritora estadounidense Kate Raphael.

Murder Under the Bridge es un muy buen thriller, una interesantísima ventana a uno de los lugares más conflictivos de nuestro mundo, y un conmovedor acercamiento a la vida cotidiana e íntima de dos mujeres, Rania, una palestina-musulmana-esposa y madre, y Chloe, una estadounidense-judía-lesbiana, ambas luchando por su propia afirmación como personas, y por hacer justicia.

Es inusual y excepcional que una mujer musulmana sea policía en Palestina. Rania vive en el pueblo de Mas’ha, ubicado en la  gubernatura de Salfit, en el “West Bank” o Cisjordania, la franja de tierra de Palestina.

En este thriller el contexto es importante y complejo. Si bien la historia de los palestinos es milenaria, el Estado de Palestina es de muy reciente creación, en 1988.  Está formado por los territorios, separados, de el “West Bank” o Cisjordania y de la Franja de Gaza, motivo de constante conflicto con el estado de Israel. Se estima que en ambos territorios habitan unos 5 millones de palestinos.  El árabe palestino es la lengua mayoritaria, pero tanto el hebreo y el inglés son hablados.  El 90% de los palestinos practican el islam-sunita y una minoría el catolicismo y el cristianismo ortodoxo.

Los 5,655 km2 que conforman la franja del “West Bank” o Cisjordania, está prácticamente en medio del territorio de Israel, delimitada por la llamada “Línea Verde”.  Su capital es Jerusalén Este y la sede del gobierno es la ciudad de Ramala.  Colinda en la parte este con el río Jordán y Jordania, en el sureste con el mar Muerto y en el norte, este y oeste con Israel.  Israel ha ido levantando barreras alrededor de esta franja que al día de hoy cubren aproximadamente el 20%  de esa “línea verde”.  La barrera está formada por vallas, alambradas, muros de hormigón, cuenta con torretas de vigilancia y otros muchos sistemas más complejos de vigilancia.  Los puestos de control en algunos lugares de entrada y salida entre ambos territorios son puntos de conflicto diario entre árabes y judíos.  Se destaca que cerca de 400 000 colonos israelíes viven en asentamientos en Cisjordania.

“It’s not a fence,” she said. “It’s an apartheid wall.” Es importante tener presente lo anterior porque la conflictiva división territorial, las bardas y los puestos de control, son el contexto de Murder Under the Bridge.

“The Yahud say that the car is stolen,” her boss continued. “The jesh have closed the road under the bridge and no one can pass on foot or by car.”  La novela inicia un día, como muchos, en que los israelíes cerraron la carretera y el paso entre la palestina Mas’ha y la israelí Azzawiya. En esta ocasión, un coche con placas israelíes había sido abandonado en el puente del lado palestino.  El capitán Mustafá sabe que una mujer podría manejar mejor la situación y envía a Rania.  Al llegar al puente sobre el puesto de control o checkpoint, Rania encontró largas filas de coches y taxis y muchas personas que esperaban cruzar hacia sus trabajos en Israel.  “Sabah al-kheir, ya banat,” Rania greeted them. Good morning, girls. “Sabah an-noor, Um Khaled.” Mother of Khaled”.

Rania reconoció caras, saludó a algunas mujeres y se acercó a una ajnabiya, extranjera, que filmaba las escenas.  Chloe era de San Francisco. “How long have you been here?” Rania asked. “About nine months.” “You came here by yourself?” “Not at first. Have you heard of the International Network in Solidarity with Palestine, the Jamiyat Ittadamon Iddawliya?” Chloe asked.

En su afán por cumplir con su trabajo, Rania deambuló por la orilla de la carretera, se internó en el lecho de un arroyo seco entre pilas de basura y cuando estaba a punto de regresarse, encontró un zapato de tacón alto tirado entre la yerba. Se trepó por una colina para poder tener una mejor vista de lo que estaba pasando abajo, siguió caminando por un sendero, y encontró un trozo de tela color violeta entre unos matorrales.  Luego vio que cerca de ahí parecía que algo había sido ocultado entre la hierba, miró a su alrededor por sí había soldados israelíes.

But nothing moved, least of all the blue-gray corpse of the young foreign woman…

 Rania squeezed her eyes shut, breathed deeply, opened them again. She needed to think. There had to be some relationship between this woman and the stolen car, right? But what?

“Atzri!” one of the soldiers called in Hebrew. “Mi at?” Stop! Who are you?

Cuando SHABAK, el servicio de inteligencia y seguridad interior de Israel, detiene al joven palestino Fareed Jaber Murad Haddad acusándolo de la muerte de la extranjera, Rania, Chloe y el policía israelí-palestino Avi Levav, se unen para investigar la verdad.  Luego se les unirá Tina, una palestina australiana, viajan por Israel buscando a la joven extranjera asesinada y encuentran a una ucraniana víctima del tráfico de mujeres.

La trama irá mostrando la complicadísima relación entre las autoridades palestinas y las israelíes, el papel de los “collaborators” y de los colonos en los asentamientos “robados” a los palestinos.  El papel de los partidos políticos como el Hamas, el Partido del Pueblo, Fatah, el Frente Popular para la Liberación de Palestina; y el de las organizaciones internacionales. Se habla de las consecuencias de los Acuerdos de Oslo; de las intifadas; del ejército israelí y de secretos de crímenes de guerra.

Murder Under the Bridge es una lectura fascinante y rica en información sobre las dos culturas, los dos pensamientos, los dos idiomas, las dos formas de vida, las dos formas de vestir, los dos cocinas. Y los dos idiomas, porque la autora va incorporando palabras y frases en árabe y hebreo que nunca confunden y siempre enriquecen (ver el magnífico glosario al final del texto).

Murder Under the Bridge es una historia cotidiana de dos pueblos obligados por la historia a pelear por un solo territorio.

Kate Raphael, California, Estados Unidos de América.

Kate Raphael. Murder Under the Bridge (A Palestine Mystery). California, USA: She Writes Press. 2015. 347 pages. Edición de Kindle.