Kostas Jaritos

La serie con Kostas Jaritos del autor griego Petros Márkaris (1937), comprende, a la fecha, dieciséis novelas. La Rai Fiction italiana ha producido la serie de televisión “Kostas” (2024), ocho capítulos.

Kostas Jaritos, jefe de la División de Homicidios de Atenas, empezaba sus investigaciones consultando en su Gran Lexicón de “Anonymous Dimitrakos”, las palabras que se relacionaban con el nuevo caso. Y para relajarse, descansar y por placer, acudía siempre a su diccionario.

La ira de los humillados

La ira de los humillados, Η οργή των ταπεινωμένων, (2025) es la novela dieciséis de la serie con Kostas Jaritos,

 “Normalmente, las reuniones con los ministros son un lavado de cerebro, siempre con la misma agua y el mismo jabón” pensó Jaritos en una reunión en el salón del ministerio. Recién había sido ascendió a jefe de las Fuerzas de Seguridad del Ática.

En Atenas se estaban sucediendo manifestaciones de estudiantes. Las autoridades universitarias no querían enfrentarse con ellos, a pesar de los desórdenes. El profesor Temístocles Rodakis es asesinado en su despacho de la Facultad de Economía. Según los indicios el asesinato lo cometieron unos jóvenes. Los jóvenes colgaron en la puerta de la facultad una foto y un mensaje, la foto de la antigua biblioteca de Alejandría:

“Cerrad la biblioteca de Alejandría o convertidla en museo. Los libros que contiene son antigüedades. No ofrecen ninguna información sobre tecnología, economía y dirección de empresas. ¿A quién le importan hoy la filosofía, las letras y la poesía? Hasta las matemáticas de Arquímedes son inútiles para la tecnología y los cálculos que exige la economía. Las bibliotecas de hoy en día están en Google y en el móvil. Aprietas un botón y no sale un hombrón, como decían nuestros abuelos, sino Wikipedia. Tenemos que parar a los que quieren abolir la filosofía para colocar Google en su lugar. Nos conducirán al desastre. Nosotros ya hemos empezado”.

 Tal vez sea un poco artificioso armar un thriller a partir de la defensa de la enseñanza de las Humanidades. Pero no lo es por la forma como el autor va encadenando una serie de asesinatos. Primero el del profesor, luego el del secretario de enseñanza media en el Ministerio de Educación y el del consejero delegado de una empresa tecnológica especializada en equipos de alta tecnología. Finalmente, encontraron los cadáveres de tres camareros que trabajaban en un café-bar de la Academia Platón. Y tal vez, también, estos últimos pudieran ser los asesinos de los crímenes anteriores.

“—Es la primera vez en mi carrera que identificamos a unos asesinos gracias a su propio asesinato —comenta Antigoni”.

A través de las investigaciones de Jaritos y de su equipo, el autor reflexiona sobre la pérdida del respeto por el arte, las letras y la cultura, en beneficio de glorificar los estudios de las tecnologías y la economía. La política de la reestructuración del sistema educativo griego favorecía las materias tecnológicas y económicas en los planes de estudio. Para poder cubrir los puestos de trabajo que requerirían las empresas extranjeras que se establecieran en Grecia.

El thriller reflexiona sobre el bullying en las escuelas, el abandono de las humanidades, las startups, la competitividad y la envidia. La ira de la humillación por fracasar en los estudios, convirtió a las víctimas en verdugos.

 

Cuarentena

Cuarentena,  Η τέχνη του τρόμου (I techni tou tromou), (2022).  Durante el primer semestre de 2020, los gobiernos de muchos países generaron acciones para evitar la propagación del COVID, entre ellas, el confinamiento de sus ciudadanos.

Cuarentena se compone de 7 relatos cortos que tienen como fondo el ambiente del confinamiento durante la pandemia del COVID en Grecia.  El comisario Jaritos vive en Atenas y como yo en México, y como muchos en otras partes del planeta, vivimos las mismas experiencias.  Pero Jaritos las ha vivido con gran humor.

El comisario Jaritos, en su departamento de Atenas tiene que someterse a las medidas de limpieza, para él “draconianas”, que ha establecido su esposa Adrianí. Y como todo el mundo tiene que modificar sus hábitos, saludar chocando los codos, vivir pendiente de las noticias en los medios y de los estallidos de cólera en las redes sociales, ver a su nieto por la pantalla del teléfono celular, usar el cubrebocas “Hasta que estalló la pandemia, los que llevaban la cara tapada se convertían automáticamente en sospechosos. En los tiempos que corren, el que no lleva la cara tapada acaba pagando una multa”.

 Pero el crimen parece no parar y tiene que lidiar con asesinos, tarea mucho más sencilla que manejar la computadora para investigar los crímenes “a distancia”. Su jefe ha enviado a los técnicos de la comisaría para que le instalen el equipo y, tarea difícil, traten de enseñarle cómo funcionan.

“—¿A quién han matado? —pregunta Adrianí cuando cuelgo. —A Velaku, la presentadora de las noticias de la tele”.

“Todo es culpa de esta maldita cuarentena. Me ha obligado a trabajar el caso desde casa, y Adrianí siempre sale ganadora en casa”.

 En el relato “Me llamo Covid y mato”, la víctima es un médico especialista en enfermedades infecciosas y miembro del comité de expertos en el coronavirus.  En Grecia todos conocían a Aristidis Zajos por sus comparecencias diarias en la televisión con información sobre la pandemia.  El criminal dejó un papel enrollado alrededor del mango del cuchillo clavado en la espalda del médico. “En el papel hay escrita una única frase: «Me llamo Covid y mato”.  Poco después Jaritos recibe una carta:

Señor comisario: Soy Covid. Ya me presenté a usted la noche en que maté a Aristidis Zajos. Hoy le escribo para explicarle lo que me impulsó a asesinar al médico especialista. Solo hay un motivo. Lo maté por su soberbia y por ser más papista que el Papa. Tenía la desfachatez de asustar a la gente más que yo mismo”.

El confinamiento se alarga, aumenta el terror entre la gente y Jaritos se enfrenta a manifestaciones de “Esos idiotas que dicen que el coronavirus no existe y que todo es una conspiración”.

 

Suicidio perfecto

Ο Τσε αυτοκτόνησε, en griego“Che se suicidó”), Suicidio perfecto (2003),  es la tercera de 15 novelas de la serie con el detective Kostas Jaritos, jefe de la División de Homicidios de Atenas.

Meses antes de las Olimpiadas de 2004 en Atenas, el comisario Kostas Karitos, convalece después de haber sufrido graves heridas. Aburrido, insomne e irritado por la forzada convivencia con su esposa Adriani,  mata los días yendo al parque, buscando palabras en el Gran Lexicón de “Anonymous Dimitrakos”, con el cual acostumbraba empezar cualquier nuevo caso, “investigando el planteamiento lexicográfico de la situación”.  Y mirando la televisión. Una tarde, en una entrevista a un empresario, presencia cuando éste saca una pistola y se mata frente a las cámaras. A este suicidio público, seguirán el de un político y el de un prestigiado periodista. Cada suicidio es acompañado con la publicación de sus biografías por un autor que nadie conoce. Como la División de Homicidios no puede oficialmente abrir investigaciones sobre suicidios, aprovechan la licencia médica de Jaritos para encomendarle que realice una investigación discreta sobre estos suicidios.

Los descubrimientos que va haciendo Jaritos exponen algunos de los problemas que está enfrentando el país como resultado de la corrupción, la globalización, la apertura comercial y la migración, al mismo tiempo que se recuerdan sucesos de la historia reciente de Grecia.  El empresario, el político y el periodista que se suicidaron, siendo estudiantes, habían formado parte del grupo de izquierda llamado “Organización Independiente para la Resistencia, Che” que se oponía a la Junta, la dictadura militar que gobernó Grecia a fines de  los años sesenta. Junto con el líder del grupo, un personaje llamado Thanos Yannelis ligado con los grupos comunistas latinoamericanos del momento, y otros estudiantes, sufrieron torturas por la policía militar en ese momento a cargo del Mayor Skouloudis, el Torturador de la Policía Militar. Yannelis se suicida, desilusionado del desmoronamiento de los ideales comunistas y viendo como sus antiguos seguidores habían logrado riquezas, prestigio y fama olvidando sus antiguos ideales.

El ambiente griego está detalladamente reproducido en esta novela, tanto su vida doméstica como su labor como detective: los procedimientos policiales, la actuación de los medios de comunicación, la corrupción burocrática y el mundo de las compañías internacionales ante la globalización. Sufrimos con Jaritos el calor y el tráfico desquiciante de Atenas, porque el detective va nombrando las calles y avenidas de Atenas en sus desplazamientos. En la tercera parte del libro, cuando se pregunta ¿y si alguien conocía algo de Favieros, Stefanos y Vakirzis y decidió castigarlos para hacer justicia? Jaritos encuentra lo que él llama “la verdadera rosebud”, o sea, la coyuntura crucial.

Al final, nosotros los lectores que no sabíamos quién era el asesino, pensamos, pero ¡si era evidente”.

Petros Markaris, Estambul, Turquía, 1937.

 

Petros Markaris. Suicidio perfecto. España: Tusquets. 2012. 408 p. Kindle.
Petros Márkari. Cuarentena. España:Tusquets Editores S.A. 2022. 191 p. Kindle.
Petros Márkaris. La ira de los humillados. España:Tusquets. 2025. 241p. Kindle.