“…gamberro en Ucrania; ídolo del underground soviético; mendigo y después ayuda de cámara de un multimillonario de Manhattan; escritor de moda en París; soldado perdido en los Balcanes; y ahora, en el inmenso desmadre del poscomunismo, viejo jefe carismático de un partido de jóvenes desesperados.”

Limónov (2011) del escritor francés Emmanuel Carrère (Francia, 1957) , no es un thriller, es una biografía novelada de Eduard Limónov (nacido Eduard Veniamínovich Savenko, Rusia 1943-2020).  Su inclusión en este blog se debe a que es una gran novela.  Y porque un personaje tan desconcertante y transgresor como el protagonista, bien podrían haber sido servido para escribir una novela negra,  cuyo espíritu es la transgresión.

Carrère narra en primera persona la historia de su personaje a la par que describe las tremendas transformaciones en el paso de la Unión Soviética a la Federación de Rusia.   Además va enriqueciendo la narración con sus opiniones y formidables recreaciones, e incluye sus propias vivencias al escribir esta novela.

Limónov aparece como el epítome de la transgresión: punk, aventurero, intelectual, poeta, escritor, guerrillero, político de extremas, héroe y escoria, del lado de los desamparados y “odiador” de muchos, preso político y leyenda, un hombre “cuya experiencia incluyese universos tan diversos como el del preso de derecho común en un campo de trabajos forzados a orillas del Volga y el del escritor de moda que se mueve en un decorado de Philippe Starck”*.

En 2006 Emmanuel Carrère va a Moscú comisionado por una revista para escribir un artículo sobre las circunstancias del asesinato de una periodista adversaria a la política de Vladimir Putin, en una Rusia conformista, que parecía pensar que sin Putin las cosas podrían ir peor.  En el año de 2002 las fuerzas de Putin habían reaccionado con una fuerza brutal contra los chechenos que tomaron como rehenes al público que asistía a una representación de teatro.  A partir del año siguiente, cada año se habían realizado manifestaciones para recordar esa brutal represión. Nuestro autor, Emmanuel Carrère, asistió ese año y vio a Limónov:

En lo alto de los escalones, delante de las puertas cerradas del teatro, una silueta me pareció vagamente conocida, pero no conseguía identificarla. Era un hombre que llevaba un abrigo negro y sostenía una vela, como todos los demás, rodeado de varias personas con las que hablaba a media voz. En el centro de un corro, apartado del gentío, pero dominando y atrayendo las miradas, daba una impresión de importancia, y extrañamente pensé en el jefe de una banda de malhechores que asistiese protegido por su guardia al entierro de uno de sus hombres. Yo sólo veía tres cuartas partes de su perfil, y del cuello levantado de su abrigo asomaba una perilla. Una mujer que estaba a mi lado también se había fijado y le dijo a su vecina: «Ha venido Eduard, menos mal.» Él volvió la cabeza, como si la hubiese oído a pesar de la distancia. La llama de la vela ahondó sus facciones. Reconocí a Limónov”.

Limónov nació en Dzerzhisky (Gorki) en 1943 y se crio en Járkov, hoy Ucrania. Su padre era un oficial de la NKDV, su madre una obrera en una fábrica de municiones. Limónov fue un pillo en su pueblo, joven poeta en Moscú, inmigrante pobre en Nueva York a los treinta años, y periodista-escritor en París. En 1991 regresa a Moscú, combate con los serbios, funda un periódico y el Partido Nacional Bolchevique, “Nazbol”.  Cundo Carrére le solicita una entrevista y se la concede, escribe que su reportaje empezaba bien “…escondites, clandestinidad, todo esto es de lo más novelesco. Sólo que me cuesta elegir entre dos versiones de lo novelesco: el terrorismo y la red de resistencia.”

A Limónov , dice Carrère, le gustaba la trifulca, tenía gran éxito con las jóvenes, los jóvenes burgueses se sentían impresionados por su pasado de aventurero, “..era nuestro bárbaro, nuestro gamberro: le adorábamos”.  Como escritor, Carrère dice que Limónov no era un autor de ficción, pero “sabía contar su vida, pero era una vida apasionante y la contaba bien, con un estilo sencillo y concreto, sin afectaciones literarias y con la energía de un Jack London ruso”.  En los años noventa Limónov viajó a los Balcanes y combatió al lado de los serbios. Un documental de la BBC lo muestra en Sarajevo, con metralleta y junto al genocida y criminal Radovan Karadžić.

Descontento con el desplome del comunismo en Rusia, Limónov creó un partido político, el Partido Nacional Bolchevique. En 2001 fue juzgado y encarcelado por causas bastante oscuras en las que se hablaba de tráfico de armas y tentativa de golpe de Estado en Kazajstán.

Escribir una reseña de este libro es un enorme reto, cómo debió haber sido su escritura.  Carrère, en el prólogo a este libro, escribió que la vida de Limónov era novelesca y peligrosa. No sólo por la historia del personaje, Limónov, y por la historia de la Unión Soviética-Rusia, pero también por la historia de todos nosotros desde el fin de la Segunda Guerra Mundial.  Qué él emprendía este libro para averiguarlo.

Estoy convencida de que todos encontramos también algo de nosotros mismos con la lectura de libros como Limónov de Emmnuel Carrére.

Why, then, is he interesting? Flaubert, asked to justify his interest in Nero and the Marquis de Sade, replied, “These monsters explain history to us.” Limonov is not a monster, though would perhaps like to think himself one; he is a philosophical punk, a chancer, a blood-and-soil patriot who imagined himself a cleansing political force”.

Cita de Julian Barnes (Reino Unido, 1946) tomada de su reseña sobre este libro: Julian Barnes. (Octubre 24, 1014). Julian Barnes on Limonov by Emmanuel Carrère review – portrait of a political punk. (Consultado en Septiembre 9, 2021).  The Guardian. Sitio web: https://www.theguardian.com/books/2014/oct/24/julian-barnes-limonov-emmanuel-carrere-punk

*Philippe Starck”.Famoso diseñador francés.

Emmanuel Carrère. Francia, 1957.

Emmanuel Carrère. Limónov. Barcelona: Anagrama. New York:Picador. 2011. 340 págs.